El pasado…



O lo olvidas o tratas de vivir con él.
No es una frase que se me haya ocurrido a mí. Acabo de escucharla por la tele, en boca de el mentalista.
El caso es que he recogido la cama de campaña en que Solita me acompañaba por las noches. Yo arriba y ella abajo. Sólo la usaba si yo utilizaba la mía. Durante el resto del día no pisaba el dormitorio; se quedaba en cualquier parte, menos allí.
Visto que ni Berto ni Gumi tienen el menor interés por esa cama, la he retirado. Me han hecho un favor sin saberlo, así no tengo ya que vivir con el pasado de Sola. No viendo, no recuerdo.
No ocurre así con otras cuestiones. En cualquier momento te encuentras con alguien que te recuerda alguna circunstancia de la que preferirías no volver a tener noticia. Y te hacen la puñeta.
No siempre ocurre por mala fe o ganas de fastidiar. Sucede incluso inocentemente, con la mejor de las voluntades. Así te reconcilias, vienen a decirte. Mecagüenlosrecordadoresdelasnarices, bien podían irse con su buena voluntad a otra parte.
Tengo un amiguete de los tiempos juveniles. Nos vemos… cada diecitantos años. El muy asqueroso siempre, siempre, me recuerda cómo tartamudeaba entonces cuando me ponía de los nervios. Y lo hace riéndose. El canalla…
Hay pasados que están olvidados, y punto. Otros, sin embargo, no; pero casi es mejor no hacer mención de ellos. Duelen.
Sola aún me duele. Y no digamos Moli. No quiero recordarlas.
Pero las estoy tan agradecido…
[No me ocurre lo mismo con la historia cuando vuelve a recordarnos lo de Constantino, los estados pontificios, la guerra de las investiduras, las beatificaciones y canonizaciones, el "36", y alguna otra cosilla más…
Y que nadie me lo eche en cara, ya sé que he sido yo el que ha sacado a colación a Pío IX, Victor Manuel II y Napoleón III en mi última entrada. Mea maxima culpa.]

3 comentarios:

  1. ¡Ay Miguel Angel querido!

    ¿Cómo podría expresar mi sentir al respecto?

    Si los sentimientos se sienten y no hay suficientes palabras para expresar "lo sentido".

    Leo y hablo con personas que hablan o escriben de pérdidas, de pasados y la palabra tan solo es una aproximación al hecho, es una herramienta siempre limitada.

    Solo desde la experiencia de la no-separación, solo desde la vivencia común que no se puede explicar a nivel racional se produce el encuentro.

    VIVO tu mismo suelo común ahí está mi comunión y te abrazo con ternura.

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  2. Hay que aprender a vivir con las pérdidas, no hay más solución, cualquier otra alternativa, es peor, en mi opinión. Duelen los recuerdos, unos y otros. Se trataría de buscar "un lugar" en nuestros adentros en el que colocarlos, acomodarlos de manera que estén pero que nos permitan seguir con nuestras vidas lo mejor posible. De vez en cuando salen de ese sitio y nos inundan de nuevo, entonces hay que aguantar el tiempo suficiente para reconducirlos suavemente a "su lugar" sin que nos zarandeen más de lo debido.
    Es mi forma de estar con los recuerdos.

    Entiendo que quieras dejar a Solita irse definitivamente y colocar su recuerdo en el sitio que le corresponda en tus adentros. Es necesario.

    Besos, Míguel.

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