Empiezo esto por el
final, y me ha salido un título un tanto chungo. Lo reconozco. Me enseñaron que
ser bueno siempre, costara lo que costara, con cualquiera, fuera bueno, malo o
regular.
Este final de verano,
tal vez por la crisis que sufrimos en nuestros bolsillos además de en el alma,
quizás por la apertura de las piscinas descubiertas, o puede que porque el
personal usaba las suyas propias, el caso es que he disfrutado a diario de mi
baño piscinil disponiendo de una calle para mi solito. Y lo he gozado.
Ahora, con el
comienzo de las actividades acuáticas y los cursos de aprendizaje y
perfeccionamiento, me temo que encontrar algo despejado el agua va a resultar
mucho más complicado.
Además, desde que he
vuelto al agua tras muchos años en dique seco, he aireado las excelencias de la
natación, de lo bien que le viene al cuerpo y al espíritu, de lo sano que me
encuentro a pesar de que he rebajado tripa y michelines; total, que se lo he
recomendado a todo aquel que se ha acercado a mi persona.
Resulta, pues, que
algunas de estas personas que me han oído se han apuntado a cursos, o han
sacado el boleto para ir, o se lo están pensando, que también.
De todo ello resulta
que si vamos a ser más los que nademos, tocaremos a menos espacio por persona.
Y como dice una buena amiga mía, en el pecado de ser bueno tendré mi propia
penitencia.
Ahora es cuando
debería venir, a modo de conclusión o moraleja, el título que pongo al
principio. En lugar de esto, añado esto otro más:
No me hace ninguna
gracia, pero es que ninguna, que haya delincuentes que, porque su delito sin
juzgar haya prescrito por el simple discurrir del tiempo, ahora se vayan de
rositas. Esto es que el derecho quiere ser bueno, pero no resulta, eso no es
justo, aunque sea muy legal.
Tampoco me hace
gracia que en Change.org se escuden en una política de actuación que no hace
posible retirar una denuncia a pesar de ser injusta y estar apoyada por una
asociación interesada y partidista, en contra del parecer de mucha gente, que
les multiplica por tres, si es que los números en esto cuentan. Yo creo que el
múltiplo es mucho mayor, porque la tal asociación a mi me parece que hace
trampa y votan repetidamente…
Y, para no ser muy
largo, si no me gustó nada que hicieran santo a josemaríaescribádebalaguer, por
razones obvias y demostrables, tampoco me parece bien que ahora sea
karolwojtila el homenajeado. Que sea santo no lo dudo, porque todo ser humano
es santo, a imagen y semejanza del Santo. Pero que lo junten con juanxxiii como
si ambos fueran hermanos siameses, las dos caras de la misma moneda, el principio
y el fin de lo que tenemos que venerar e imitar…
Ya digo, es bueno ser
bueno; pero a veces me gustaría ser malo.
Espero que eso de hermanar en la santidad a dos papas tan diferentes en todo, absolutamente TODO, también se lo cargue el papa Francisco. Es que he leído la entrada con la entrevista antes de ésta, y claro, inevitablemente he pensado en ello. Supongo que habrá hecho una concesión a la todavía poderosa curia con una tontá semejante para que no sean muy beligerantes en lo que realmente es importante. Ya sabes, aquello de hacer concesiones en lo aleatorio pero nunca en lo fundamental. Pues eso. Lo del Escrivá fue una bofetada y una pérdida de prestigio y de credibilidad de la Iglesia católica fantástico. Se nota también en eso la mediocridad de los "gobernantes" del momento y de los intereses espurios que lo animaron.
ResponderEliminarBueno, lo importante es que te dejen nadar tranquilamente durante este invierno porque lo de los delincuentes que pueden ser salvados por enésima vez de sus fechorías -todo el PP, ¡¡¡vaya panda de gentuza!!!- espero que algo o alguien lo impida. Quizá, incluso la Justicia si logramos que el Gallardón y sus secuaces, Torres Dulce, por ejemplo, se vayan a escardar el cebollín (esto lo decía Don Emeterio, un cura de mi pueblo, a este menester mandaba a quienes no le gustaban).
Lo dicho, tú sigue siendo bueno que lo de ser malo no te pega nada porque no sabes. Esa es mi especialidad.
Besos