Es domingo, sí. ¿Y
qué? Llevo todo el día, mañana y tarde incluidas, que tengo por dentro como un
“torozón” que me inquieta. Una y otra vez, Leopoldo Panero me viene al
pensamiento, y unas palabras que, sin saberlo, resulta que son suyas.
Ya me gustaría saber
por qué la Liturgia de las Horas tiene tanta querencia por este poeta, que
incluye varios poemas suyos como himnos del rezo diario. Este de ahora lo
coloca en las I Vísperas del domingo IV, no entero, sólo los dieciséis primeros
versos.
Lo escribo íntegro,
tal como lo he encontrado, y sin verificar si realmente es así en su original y
tiene la fecha de firma que aparece a primera vista, 1949.
Aprovecho para decir
que Leopoldo Panero, nacido leonés, en Astorga, estudió en Valladolid y se
perfeccionó como escritor durante su estancia fuera de España. Hermano y padre
de poetas, es sin embargo él quien más me llega, quizás porque es el menos
torturado de la familia.
No obstante, y a pesar
de ello, su estilo, su sentimiento, su halo trágico, muchas veces me descubro
sintonizándolos y tan a gusto.
Me brindo, pues, este
obsequio, con el deseo de que no me dure demasiado esta tristeza, que mañana es
lunes y hay que volver al tajo.
El templo vacío
No sé de dónde brota la tristeza que tengo.
Mi dolor se arrodilla, como el tronco de un sauce,
sobre el agua del tiempo, por donde voy y vengo,
casi fuera de madre, derramado en el cauce.
Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú sabes
cómo soy. Tú levantas esta carne que es mía.
Tú, esta luz que sonrosa las alas de las aves.
Tú, esta noble tristeza que llaman alegría.
Tú me diste la gracia para vivir contigo.
Tú me diste las nubes como el amor humano.
Y al principio del tiempo, Tú me ofreciste el trigo,
con la primera alondra que nació de tu mano.
¡Como el último rezo de un niño que se duerme,
y con la voz nublada de sueño y de pureza
se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme
hacia Ti, y en tus manos desmayar mi cabeza!
Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú hiciste
de la nada el silencio y el camino del beso,
y la espuma en el agua para la tierra triste,
y en el aire la nieve donde duerme tu peso.
¡Señor, Señor! Yo he hecho mi voluntad. Yo he hecho
una ley de mi orgullo, pero ya estoy vencido.
Como una madre humilde que me acuna en su pecho
mi espíritu se acuesta sobre el dolor vivido.
Sobre la carne triste, ¡sobre la silenciosa
ignorancia del alma como un templo vacío!
¡Sobre el ave cansada del corazón que posa
su vuelo entre mis manos para cantar, Dios mío!
Soy el huésped del tiempo, soy, Señor, caminante
que se borra en el bosque y en la sombra tropieza,
tapado por la nieve lenta de cada instante,
mientras busco el camino que no acaba ni empieza.
Soy el hombre desnudo. Soy el que nada tiene.
Soy siempre el arrojado del propio paraíso.
Soy el que tiene frío de sí mismo. El que viene
cargado con el peso de todo lo que quiso.
Lo mejor de mi vida es el dolor. ¡Oh lumbre
seca de la materia! ¡Oh racimo estrujado!
Haz de mi pecho un lago de clara mansedumbre.
¡Señor, Señor! Desata mi cuerpo maniatado.
Leopoldo
Panero
Del libro "Escrito a cada instante"
Bienvenido de tus vacaciones que espero y deseo te hayan servido para descansar, desconectar y llenarte de fuerza. Cierto es, que el titulo de esta entrada me ha resultado inquietante. Quiero creer que se trata de la primera linea de estos versos que nos acercas y no de un estado de ánimo tuyo. Si fuera así, ánimo amigo que hay que seguir el camino,pese a quien pese y pase lo que pase.
ResponderEliminarBesos
Hola Anna, ya estoy de vuelta de unos días por el Mediterráneo. Almería y el Cabo de Gata ya no es tierra desconocida para mí.
ResponderEliminarNo estoy triste, pero casi. Es mi estado de ánimo cuando septiembre nos cambia al otoño y hay que volver a empezar la rutina de las cosas que hay que hacer, un poco relajada por el verano y los asuntos livianos de mantenimiento y puesta a punto. Ahora tocan a zafarrancho, y eso duele…
Espero que también tú hayas disfrutado de ese mar que tienes tan cerquita.
Besos
Alguien, experimentado con creces en sanar ánimos ajenos, si bien ignorante e inocente en ciertas lides, se acercó con caridad infinita y mucho amor a su territorio, pero le apartó de su lado con destemplanzas. Será que vd. gusta del sufrimiento inútil, afortunadamente para tant@s no es el caso.
ResponderEliminarSe le desea la mejor de las fortunas posibles. ¿Qué le dicen las palabras... "muchos son los llamados (los que lloran) pero pocos los elegidos (porque no se enteran los pobres desgraciados)"? Una pena, repito, una gran pena.
Para la persona que está tras el logo "AnnaLogos": Dos no riñen si uno no quiere. Y por la misma razón, tampoco hay historia entre dos.
ResponderEliminarÁnimo Míguel, esto también pasará, ya lo sabes incluso los trolls inadecuados y mezquinos desaparecerán.
ResponderEliminarBesos amigo mío.
Miguel Angel, bienvenido a lo de casi todos los dias.
ResponderEliminarClaro, Julia, ya pasó. La luna está en creciente y pronto será llena, con lo cual llegará una noche toda iluminada.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, Laura me ha llamado, y parece que está bien. Pronto reanudará su blog, que está durmiendo.
Besos.
Hola, José Luis. Tal parece que ya volviste de tierras leonesas y estás de nuevo en el tajo. Que sea leve, Es lo que hay que hacer.
Querido Míguel todo viene de esta Vida que nos habita permanentemente, también la tristeza que no es nada mas que una pequeña nube que transita por el cielo azul que TODOS sin excepción SOMOS.
ResponderEliminarMi Amor está a tu lado, al lado de esa tristeza para acompañarte en el arranque de campaña.
Besos
Laura