Mis barbas bien gracias, de momento


Llevaban sin venir casi un año entero. A J y C sus hijos no les dejan andar fuera de casa cuando el sol ya está escondido; dicen que ya son mayores para conducir a media luz. Así que dejaron esto por la parroquia vecina; llegan en un verbo por la ronda exterior, que además es de dirección única.
Por eso me extrañó verlos antesdeayer. ¿Vienes para que te felicitemos? La pregunté mientras la besaba. ¡Qué va! Es que no tenemos cura, le acaban de operar.
Ayer coincidieron con un habitual, que no tiene su problema, es decir, es más joven y sus hijos aún no le controlan. Al terminar se le acercaron y oí que le preguntaban si fue complicada la operación. Bastante, tenía muy interesado el intestino. Hablaban de M. El cirujano salió del anonimato y el cura quedó diagnosticado.
¡Vaya cosecha que tenemos esta temporada!
Supongo que J y C seguirán viniendo por aquí, al menos mientras M se recupera. No creo que haya nadie disponible para celebrar a diario la Eucaristía, que M es muy suyo y tiene puestos horarios imposibles.
En cuanto al cirujano descubierto habrá que seguirle la pista, siquiera para estar enterado del postoperatorio.
Si miro a mi alrededor tengo para pensar: L un derrame cerebral del que aún está saliendo, R un accidente que le retiró del todo,  A junto a mí recuperándose poco a poco… ¿Me voy a quejar por un simple dolor bucal?
Termino, que mañana tengo faena.

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