Mirando los campos



Si será la crisis, o la modernidad, o sencillamente que Antonio “el patatero” se hartó de problemas… ya no podremos este verano ir a la rebusca.


Los girasoles campean donde antes siempre, o al menos desde que yo tengo conocimiento, se cultivaron patatas.


Muy listo el patatero. Se ahorra agua y mano de obra. Y tal vez se lleve alguna sustanciosa subvención.


Desde luego el espectáculo de ahora resulta mucho más vistoso que con las humildes patatas, que conforme entraban en sazón por abajo se arruinaban por arriba. Los girasoles se crecen, se agrandan, se hinchan… lo llenan todo.
No hay punto de comparación. Un patatal es un espacio agrícola humanizado; un campo de girasoles, mecanizado.
Yo, desde luego, no cambio un buen plato de patatas por un litro de aceite de girasol.

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