La verdad es que hoy no he estado
apto para pensar. Aún así esta pregunta me ha estado rondando durante todo el día.
Recuerdo aquel anuncio de hace años,
“tren, tranquilidad”. Me temo que era otra época y entonces lo importante era
llegar.
Hemos sacrificado demasiadas cosas a
la “alta velocidad”. Por supuesto que es muy importante poder hacer muchas
cosas en lugares diferentes empleando poco tiempo, porque el tiempo es oro.
Pero la vida, ¿qué es?
Ochenta vidas son demasiadas…
Para colocar en la curva ferroviaria de A Grandeira |
De acuerdo contigo, Míguel, es todo un locurón, cada día entiendo menos al personal. Todo parece un vídeojuego, todo se deshumaniza, todo son exigencias de "eficacia", objetivos, resultados... pues ahí los tenemos. En lugar de formar a individuos responsables en todos los aspectos de la vida, personal, profesional, social al fin y al cabo, la deriva individualista y la exigencia de resultados a cualquier precio nos lleva a estas tragedias brutales que, sin embargo, no generan la reflexión adecuada si no las tangenciales estupideces de siempre. Cada vez siento esta sociedad menos humana.
ResponderEliminarBesos