En el día de la Ascensión…


…uno de los más brillantes del año porque el sol luce, pero no tanto como la fiesta que celebramos, me he embutido en el buzo de trabajo y he arremetido contra la pintada que aquella huelga del otoño colocó en la fachada.
No ha desaparecido, sólo está oculta a la espera de encontrar la mejor manera de quitarla total y definitivamente.
Se trata de una medida provisional y muy deficiente, para salvar este día y acallar a quienes sólo se han quejado pero no han aportado soluciones.

2 comentarios:

  1. Lo dicho, Míguel, que sigues con los afanes. Será que no hay ni un sólo pintor aficionado en el barrio, de los que están en paro y vienen a por los alimentos del "banco de los idem", que pueda echarte una mano en esas tareas. Vaya por dios, a lo mejor es que tienes que hacer averiguaciones e informarte de quiénes estarían dispuestos a colaborar en pequeñas tareas como esa porque, hay veces que al personal (y a una servidora también) no se le ocurre que pueda aportar algo y sólo necesitan que se les sugiera y/o pida su participación en algo. En fin, es una idea, tú verás.

    Feliz día de la Ascensión.

    Besos

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  2. Veras, Julia, la gente sabe perfectamente que aquí cada quien puede y debe hacer lo que sepa y quiera hacer. Y no pasa nada. Son los que llegan de nuevas los que vienen y dicen ¿y esto, cómo lo consentís?, o ¿es que os gusta?, o ¿no habéis llamado al servicio municipal antigamberrismo?

    Esa pintada tiene mal arreglo, porque ha penetrado en la pared y sólo se oculta escacharrándola con pintura o con ácido. Y eso no lo quiere nadie de casa. Estamos aguantándonos el cabreo hasta dar con una solución que no sea traumática. De momento queda tapada con pintura infantil, que se limpia con sólo agua. Cuando demos con la solución vuelvo a decirlo.

    Besos

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