Mi doctora favorita,
Milagros, no miró bien mis papeles cuando el otro día me cité con ella para ver
los resultados de mis análisis anuales. Si lo hubiera hecho, no habría
formulado la pregunta. Porque el año pasado ya le preocupó algo mío respecto a
la vitamina B12, e insistió con una prueba adicional, que dicho sea de paso,
resultó normal del todo.
Aún así se abstrajo
durante un buen rato mirando cifras y porcentajes… Apuntó lo bajo del azúcar,
para añadir a continuación que posiblemente tuviera que ver con el largo ayuno
previo a la extracción… Sí, dije yo, DOCE horas sin probar bocado, y además un
paseo al amanecer con mis amiguitos trotando por los campos.
Total, que todo
estaba bien. ¿Y los marcadores prostáticos? inquirí como si fuera yo el galeno
ante su paciente. Pues lo pedí, pero no lo han mandado. ¿Tienes molestias? Ni
una. En realidad hasta los sesenta y cinco no hace falta mirarlo, salvo que
notes alguna anomalía. Más o menos así respondió ella.
Como iba a dar la
consulta por concluida, pregunté: ¿Y el electro? Ah, sí, tenemos un electro…
Pues tienes que esperar a que lo suban, porque se han olvidado de traerlo.
Volví a salir al
pasillo y estuve de palique con el personal de fuera, que esto es como un
barrio y nos conocemos hasta las enfermedades de cada quien.
Llegó el electro, me
volvió a llamar y tras un exhaustivo examen de los gráficos y cifras me espetó:
tienes bradicardia. Luego, con voz suave, continuó: estás bien, pero ahí hay un
pequeño detalle que tengo que estudiarlo más despacio; el miércoles vienes a
las nueve menos cuarto y, sin esperar,
lo vemos.
De allí vengo ahora,
de hablar con mi doctora. Y esto es lo que ha dicho: Bloqueo AV de primer
grado, crecimiento de aurícula izquierda. Placa de tórax y vienes la semana que
viene.
Y luego vino la
explicación: los impulsos eléctricos de tus aurículas tardan en llegar a los
ventrículos. No tiene, en principio, más importancia que saberlo por si hubiese alguna
contraindicación con alguna medicación o tratamiento que te indicara.
Ya en casa miro en
Internet, la enciclopedia de los ignorantes (que no tienen vergüenza en
reconocerlo), y veo que, (a parte de cosas mucho más graves), esto suele
ocurrir en deportistas muy entrenados en los que va asociado a bradicardia en
estado de reposo, y en personas mayores de 60 años. O sea, que estoy
estuphendamente.
No obstante, expondré
este asunto a mi cardiólogo preferido, el doctor Carlos.
Me alegro Miguel Angel que estés bien.Por lo menos en esta otra ocasión te escapas de la quema...hablando de quema ¿has dejado de fumar?, eso si que es importante, dificilisimo pero importante; llegada cierta edad...ahí lo dejo. Defecto de una ex-enfermera haciendo Prevención.
ResponderEliminarBesos
Anna J R
Bien por ti, a la espera del PSA que esperemos esté dentro de lo normal. Sigue cuidándote aunque lo de las estatinas a mi no me gustan ni un pelo pero... doctoras tiene la sanidad pública que seguro que saben más que yo.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Anna. Tendré en cuenta ese consejo. Besos
ResponderEliminarJulia, no tengo ni idea qué consecuencias nocivas tienen las estatinas; sólo son 10 mg y dicen que es lo mínimo. He hecho todo lo humanamente posible para bajar el colesterol y no ha funcionado. Por lo demás, estoy bien. Besos
Me alegro, chaval, por estar así.
ResponderEliminar