Perder es un verbo transitivo


Porque implica un complemento directo, según me lo enseñaron cuando estudiaba gramática y literatura. Admite también una forma refleja o reflexiva, cuando el sujeto de la acción coincide con el complemento: se perdió…
Señal sacada con falsh
Tornillo en el suelo
Se perdieron un tornillo el otro día unos operarios municipales. Cambiaron las señales que marcan la “reserva de aparcamiento” a la puerta del templo parroquial, y al poner las nuevas también repusieron los tornillos que las sujetaban. Al recoger los bártulos, se ve que los tornillos viejos no les hacían falta y uno quedó perdido en el asfalto. Hoy, al salir con la mirada al cielo para disfrutar la nieve que caía rala y mansamente, piséle y manquéme. Miré, y esto vi:
El que perdió el tiempo esta mañana fui yo. Aprovechando que iba al centro a una gestión, intenté encontrar sustituto para un grifo de fregadero modelo 1970; imposible dar con aquellas tiendas y almacenes de fontanería y accesorios de saneamiento que surtían al vecindario. Han sido trasladadas a los polígonos exteriores o simplemente sustituidas por las grandes superficies, donde venden de todo. A lo que pude comprobar, no sólo perdí yo, también la ciudad se ha quedado sin servicios a la vuelta de la esquina.
Señal sacada sin falsh
Hay otros, sin embargo, que han perdido oportunidad de estar callados. Han quedado en evidencia. Veremos ahora cómo salen de ésta. Y no sólo gente de la política; también de la economía y de la religión. Incluso en el deporte también se “larga” más de la cuenta.
Una que no perdió el tiempo esta mañana: Moli. En cuanto vio que además de llover, nevaba, hizo lo que tenía que hacer para manifestar que no quería más paseo. ¡A sus órdenes! Y nos volvimos. Tampoco Berto, que antes de que me tumbara para sestear, se colocó él y me quitó el sitio. Gumi, sin embargo, le da lo mismo perder que ganar; haga lo que haga, nunca pierde.
Yo no perderé más tiempo por hoy. Ahora mismo llamo al Jefe y le felicito. Es San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir. Voy pa’llá.
Una cosa más, antes de cerrar. Esa señal de tráfico, completamente nueva, sirve exactamente igual que la vieja: no la hace caso nadie. Por eso el chirimbolo sigue estando donde está, para que estorbe y moleste a quien no quiera obedecer al código de la circulación ni respetar una rampa de acceso para discapacitados y otras necesidades y circunstancias.

3 comentarios:

  1. Una sola cosa, ¿te mancaste mucho?, ¿fue una culada (caerse de culo, así se decía en mi pueblo cuando yo era pequeña) o algo más grave?. Anda que tú también a estas alturas de la fiesta buscando ferreterías de las de antes. Bueno, aquí, por la parte de Bravo Murillo, aun queda alguna, aunque es de esas grandes, enormes, que las grandes superficies no han podido tumbar, imagino que habrán sufrido lo suyo pero aguantan.

    Espero que no haya sido nada el daño por mor del tornillo perdido o más bien olvidado por los operarios municipales que, anda que ya les vale, dejar por ahí las cosas para que Míguel se manque.

    Besos. guapo.

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  2. Un dia de frio en el que tus perrines de más edad, quieren estar a buen resguardo que no a la intemperie y Gumi, es que Gumi es un fuera de serie.¡jejeje!
    Esto que comentas... en una gran ciudad plagada de centros comerciales y poligonos en el extr-aradio, como es Barcelona, a mi me gusta comprar en el "barrio" y de momento, a pesar de que hay cantidad de locales cerrados, aún se conservan un par de ferreterias a las que siempre he acudido para comprar el material para hacer mis bricolages.

    Besitos

    Anna J R

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  3. No, Julia; no tropecé con él, lo pisé de lleno con la planta del pie. Y como estaba oscuro, me extrañó. Aunque pasan "los limpia" por nuestras calles todos los días, no te haces idea la de cosas que se encuentran tiradas o caídas. Tengo un cajón enorme con tornillos, puntas, tuercas, llaves, y piezas raras encontradas por ahí. Me sirve para encontrar siempre algo con qué reparar los desperfectos. El mantenimiento de estos locales es una tarea constante y muy entretenida.

    Anna, los grandes centros están ya en todas partes. A mi lista de la compra se añaden cosas de comer, de vestir y de chapucear: o sea, todo en uno. Pero no es igual, no hay calidad ni detalle. Como busques algo fuera de la norma, ya hay que dar muchas vueltas. Al final no queda más remedio que hacerlo a partir de cosas viejas guardadas en el arcón de las reservas.

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