Una muela del juicio


Ignoro por qué y cuándo dijo ¡allá voy! Pero lo hizo tardíamente. Cuando salió empujó a la contigua, desplazándola hacia fuera; imposible contar la de veces que eso me ha forzado a morderme por dentro la mejilla.
Desde luego su aparición no me agudizó el ingenio, por lo que supongo que lo del “juicio” es simplemente un expresión para indicar que aparece en el exterior cuando la persona cuenta con una edad provecta. Desde luego ya no era un niño, sin que eso quiera decir que hubiera madurado. En esas estoy.
El caso es que hubo que desvitalizarla, porque una caries se la comió casi toda. Por lo demás, no recuerdo qué servicio me ha prestado a lo largo de su historia. Ha sido siempre un estorbo.
Ahora dice mi dentista favorita, Elena, que sigue creciendo. Y no es bueno, porque tal como está, sin opositora contra quien contenerse, e incluso limarse, puede llegar a dañarme la encía inferior. Porque la tal muela está en la superior.
Así que ni corto ni perezoso, mañana, a las 11:30 horas, si nadie tiene nada que objetar, esa muela será extraída.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Ha tenido que llegar esta situación para que, tras un vistazo a wikipedia, me entere de que se trata de un “cordal superior” en el lado izquierdo, el mío, por supuesto. Mira tú por cuanto, me voy a acostar ahora mismo sabiendo una cosa más.
Así es la vida, nunca se acaba de aprender cosas.

2 comentarios:

  1. Hola Miguel Angel, me alegro que tu muela no vaya ha ser mas fastidio.Un saludo.

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  2. Gracias, José Luis, ya tengo el asunto resuelto. Me han dejado la boca hecha un colador, pero ahora como con gusto y cualquier cosa.
    Saludos

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