Plus Rien Ne M'étonne

 
Tras leer en Rebelión una entrevista a Tiken Jah Fakoly, cantante y activista marfileño, que realiza Isidro López, me pongo a escuchar su Plus Rien Ne M'étonne, de la que ya traté aquí hace algún tiempo, y divago rumiando la información que acabo de encontrar en los titulares de Internet. Algunos son de escándalo. Sin embargo, me maravillo ante este: El Vaticano admite que sacó de Wikipedia la biografía de los nuevos cardenales. Se copiaron sus perfiles sin comprobar ni atribuir fuentes”.
He tenido que leerlo varias veces, para asegurarme; tocando, no conseguía creer.
Parece ser que el anuncio de los nuevos cardenales pilló a la oficina de prensa en ropa interior, y echó mano de lo más a mano: Wikipedia. De ahí se tomaron, “ad pedem vigorniae” (1), las biografías de los veintidós. Ahora, reconocida la metedura de pata, están colgando de la página web oficial vaticana unas biografías como dios manda.
¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en que era exigido el rigor y la exactitud en la información y en las citas! No podía presentarse ningún trabajo sin hacer constar las fuentes de donde se tomaban las palabras y las ideas. La parte bibliográfica de lo que fuera ocupaba muchas más páginas que el texto propiamente dicho.
No se podía argumentar sin razonar, no había afirmación aceptable si no estaba respaldada por otra ya aceptada, bien porque era un universal indiscutible, bien porque procedía de una autoridad igualmente reconocida.
Opinar, se opinaba, claro; pero no tenía ningún valor. Y si alguien osaba introducir novedad alguna, presentada la tesis, debía argumentar para demostrar su validez.
Ahora no. Se va, se copia, se pega, y ya tenemos la verdad.
Así nos movemos por Internet, dando por supuesto que lo que se dice “va a misa” (2). Creyéndonos cuanto leemos. Poniéndolo incluso en nuestros blogs. Repitiéndolo hasta la saciedad, en el vano intento de que a fuerza de multiplicarlo sea incontrovertible.
Que el Vaticano haya caído en esto es más que significativo: ya no hay solución. La entidad más solvente en eso de ajustar palabras, afinar conceptos, hilar muy fino y cogérsela con papel de fumar, mira tú por cuanto va ahora y utiliza papel de estraza. ¡Estamos perdidos! Ahora vale ya cualquier cosa que se diga, y hemos entrado del todo en el más total y absoluto relativismo.
Pero mientras escucho al costamarfileño cantar “se han repartido África, se han repartido el mundo; ya nada me asombra”, pienso que también podría añadir, si le importara, “se han repartido la Iglesia”. ¿Quiénes son esas veintidós personas elegidas nuevos cardenales? Es posible que alguna de ellas sea Papa en un futuro, ¿sobre qué base? ¿Desde qué realidad humana? ¿En función de qué intereses?
Cualquier cristiano puede ser elegido para ser sucesor de Pedro. El pueblo de Dios reconocía a quien consideraba escogido por el Espíritu. Eso fue en otros tiempos, y hubo obispos de Roma, absolutamente libres frente a los poderes internos y ante los externos, únicamente responsables al don que habían recibido, que por aclamación fueron propuestos para recibir la transmisión por la imposición de manos.
Eso ya es agua pasada. Ahora un pequeño grupo de apenas un centenar de personas ancianas, la mayoría desconocidas, se votan entre sí para perpetuar una tradición que no se sabe bien de dónde ha salido, aunque en algún lugar de la historia debe estar la explicación.
Sin embargo yo no me fío de Wikipedia. Falla. Lo mismo que Google Maps, que también. Hace más de dos años que cambiaron la circulación de mi calle, prohibiendo el doble sentido, y aún no se ha renovado. No me extraña, pues, que mucha gente se extravíe y llegue tarde.



––––––––––––––––––––––––
(1) Expresión que utilizaba un profesor en sus clases, cuando éstas eran en latín macarrónico, equivalente a “ad pedem litterae”, al pie de la letra. Esta explicación es innecesaria, puesto que del contexto se infiere claramente su significado. Me excuso por la pedantería.
(2) Algo va a misa cuando es irrebatible, sagrado, inmutable, innegable, indiscutible…

No hay comentarios:

Publicar un comentario