El motivo de esta entrada en mi blog es muy simple. Juan Navarro, de Mesa Camilla en Madrid, ha puesto en su blog la foto de la derecha. Y yo le he comentado enviándole la foto de la izquierda. No pude situársela al lado de la suya, de modo que he venido aquí a hacerlo, porque puedo. No basta querer, también hay que poder.
Había pensado dejarlo así, y esperar que ahora se viera y se comentara o no. Al fin y al cabo ambos fotogramas, uno de El Chico (The Kid, 1921) y el otro de Vida de perro (A Dog´s Life, 1918), ofrecen posibilidades para encontrar entre ellas semejanzas, coincidencias, analogías…
Pero mientras lo estaba pensando he encontrado estas otras imágenes que considero hubiera sido imperdonable dejarlas donde estaban. Así que me las he traído y las pongo así, tal cual, sin orden ni concierto, conforme las iba pillando.
Son sólo para disfrutar. Pero dentro de la libertad personal, que cada quien haga como le apetezca.
Yo sólo digo una cosa. Charles Chaplin, Charlot, tenía fama de ser meticuloso en su trabajo, y preparaba cuidadosamente cada detalle de sus películas.
Estas imágenes, a primera vista, tan frescas y naturales, tengo para mí que están sobradamente preparadas.
Me pregunto cuántas veces se dejaría caer con los patines para conseguir esa postura. Porque yo, que me caí muuuuuchas veces, no recuerdo haber logrado nunca algo parecido.
Aunque reconozco que también se rieron mucho quienes me vieron por los suelos.
Qué preciosas todas las fotos de los fotogramas. Cuánta añoranza de otros tiempos que, en lo que a esto se refiere -las pelis de Charlot-, sí fueron mejores, para mi claro.
ResponderEliminarBesos