“La celebración de
la Fiesta de la Familia, que se celebrará en todas las diócesis de España el 30
de diciembre, no se organiza en clave política, ni es un acto contra nadie. Lo
que busca es ofrecer a la sociedad el modelo de familia cristiana, como
respuesta a la crisis de humanidad que estamos viviendo y que ha provocado el
fracaso de miles de matrimonios y el sufrimiento de miles de hijos”.
Así reza un documento
que me ha llegado por correo convencional, para informarme sobre lo que hoy se
va a realizar, al parecer en toda España, pero especialmente en la capital del
reino, donde tengo entendido que van a quedar ocupadas todas las calles y
plazas del centro, para alegría de los viandantes, con y sin perro, y escarnio
de los transportistas y demás conductores en general.
Celebro que en mi
ciudad se festeje con mucha más discreción y sencillez. Aunque sería de mi
gusto que éstas lo fueran absolutamente. Porque en realidad no tengo nada claro
qué es lo que se recuerda en este día, tanto con alharacas como sin ellas.
Casi me entran ganas
de ponerme chistoso al contemplar el modelo que se propone como norma:
Si es de familia en
carne y hueso, -una mamá, un papá y un vástago-, parece que sugiere una
solución para caso de crisis extrema. Menos, imposible. Y eso sin hacer mención
de la mamá tan especial, del papá tan invisible y del vástago tan pinturero que
se nos ofrece con el justificante -nada justificado por otra parte- tomado de
las fuentes de donde se dice tomar.
Si es de familia en
espíritu, la Trinidad cristiana no deja de ser otro caso excepcional, -un
Padre, un Hijo y un Espíritu-, por más que ahora se insinúe que el Padre también
puede ser Madre, el Hijo Logos, y el Espíritu Ruah. Como que no cuela, digo yo.
Descastado que soy, y
a pesar de haber gozado con mi propia familia nuclear, -gracias papá, gracias
mamá, gracias Roberto-, tengo de lo que se da en llamar “familia” una
experiencia poco sugestiva, y una opinión poco sugerente. Y no digo más, que a
punto casi estoy de largar aquí ejemplos de padres, madres e hijos, tanto si
hay herencias de por medio como si no, que erizan los pelos sólo con lo que se
avista; ¡qué cosas más sucederán en el interior y bajo los tejados! Palabra que
no me apetece absolutamente nada hacer de diablo cojuelo, no me pica esa
malsana curiosidad.
Por el contrario,
conozco familias que no siguen las “normas” de lo que se ha conocido, y aún se
conoce según y por dónde, como modelo tradicional, que, al encanto individual
de las personas, suma una armonía de conjunto que cumpliría sobradamente las
expectativas de sus detractores, si estos no se quedaran en lo que se quedan,
en las simples formas externas, y cerrados a cualquier otra alternativa.
Así pues, no voy a añadir nada más por
hoy, porque al fin y al cabo esto es simplemente un blog, y no hay ninguna
necesidad de exponer al público todo lo que uno piensa, que ya se sabe que “El buen paño en el arca se
vende”.
Pero por si resultare
provechoso, voy a terminar esto recordando una situación muy chisposa que
relatan los evangelios.
Resulta que Jesús de
Nazaret tenía muy preocupada a su familia, más que nada por las cosas que
decían que hablaba y hacía; vamos, que no estaba en sus cabales. Así que fueron
en comandita a por él para recogerlo en casa y que dejaran las habladurías de
levantarle infundios y ponerle en evidencia, que por entonces eso era muy
peligroso, no sólo ante el orden religioso judío, sino sobre todo frente al
orden político romano, que veía conspiraciones y levantamientos terroristas en
todo lo que se moviera. Así lo cuenta, por ejemplo, el evangelista Mateo:
Aún estaba Jesús hablando a la gente, cuando llegaron su madre
y sus hermanos. Se habían quedado fuera y trataban de hablar con él. Alguien le
dijo:
-«¡Oye! Ahí fuera están tu madre y tus hermanos que quieren
hablar contigo».
Respondió Jesús al que se lo decía:
-«¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?».
Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
-«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad
de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
(Mt 12, 46-50)
Pero
si de lo que se trata es de considerar cómo ser feliz en familia, no puedo por
menos de recordar a la Familia Addams, pintoresca donde las hubiere, que ha mejorado
con el paso de la vida, aunque estaba mucho más guapa en el blanco y negro en
que yo la conocí hace ya demasiado tiempo.
Miguel Ángel, preciosa entrada.
ResponderEliminarTienes razón la Familia Addams, GENIAL, feos, pero encantadores.
Besicos desde el Cinca Medio en un día lleno de SOL, del cual te envío un poquito de calor en este día de frío.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
De nuevo este cura sigue, continúa y dice sin decir diciendo. ¿De qué iglesia será?
ResponderEliminarMenos mal que se ampara en no exponer al público todo lo que piensa. Pero, mientras tanto, larga que su opinión sobre la "familia" (¿la cristiana?) ni es sugestiva ni sugerente.
Felizmente no se considera diablo cojuelo ni pleno de malsana curiosidad, solo dice que no importa el "modelo de familia cristiana" ya que él conoce otras familias ajenas a este modelo y ante las que se descubre.
Bueno, quizás no sea ni diablo ni malsano, solo ignorante: ¿de dónde habrá sacado que el modelo de familia crisiana sean simples formas externas?. Y en cuanto a alternativas claro que las hay, las hay que viven en santo concubinato, amancebadas homosexuales, separadas, sidosas, abortantes, mientras nos vaya bien, carentes de hijos voluntariamente,despreocupadas de la prole,..... No sabe que EL MODELO DE FAMILIA CRISTIANA SI ES UNA ALTERNATIVA A TODAS ESTAS.
Esta vez yo también voy a decir sin decir diciendo que es lamentable que un cura no haya apoyado Las Jornadas Mundiales de la Juventud y, además, ahora no apoye públicamente el modelo de familia cristiana. Aunque en el fondo no es que no los apoye, es que ha ido en contra de ellos.
En fin, y apesar de todo, que Dios le bendiga.
Para Alfonso:
ResponderEliminarlo lamentable es que no haya habido mas curas así.
y por cierto yo conozco a otros que no apoyaron esas jornadas y son los que aún mantienen en pié a mi fé.
un saludo.
Para artadi:
ResponderEliminarA mi me parece muy bien lo de "tu fe" y la de los curas que conoces que la mantienen. Pero ¿pero por qué no os montáis vuestra propia iglesia? Así lo hicieron honestamente los luteranos, calvinistas,.... y demás iglesias que se desprendieron de aquellos.
Pero ¿sabes lo que pasa? Que este cura y los que tú conoces que mantienen "tu fé", viven abusivamente de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Y resulta que, además, soy yo y otros los que con muestro dinerito pagamos la parroquia en la que se encuentra sin sonrojarse este cura.
Otro saludo
¿Luego todo es cuestión de pasta? Vaya, vaya, qué poco cristiano parece¿no? Aunque claro, tengo entendido que todo ser humano debería tener derecho a alimentos, pero claro este anónimo es extraterrestre y no se alimenta del mismo modo, por eso quizás no entienda demasiado bien las palabritas del señor Alfonso, escritas con su mejor voluntad, sin ninguna ira y seguramente envueltas con todo su amor.
ResponderEliminarSi alguno(s) nacido(s) allá por el año 0-3 levantaran la cabeza .... mejor no sigo, que soy extraterrestre y no estuve presente.
María Luisa, siempre agradezco tus visitas. Si además me envías tu calor, ¡qué mejor manera de acabar este año viejo!
ResponderEliminar¡Feliz año 2012!
Alfonso, bienvenido, digas lo que digas, porque es tu responsabilidad. Tengo yo que decirte algunas cosillas, acéptamelas:
1. Usurpas una personalidad que ya está en uso, y con mucha dignidad en este blog. No puedes colar un nombre propio sin más ni más, cuando lo que pretendes es actuar oculto. No eres muy valiente que digamos.
2. No me extraña, porque tampoco tienes ideas. Y presumo que tampoco creencias. Sólo y apenas repites como un loro lo que a otros has oído.
3. No te voy a decir que no vengas, o que te vayas; tú mismo. Para hacer lo que haces, no merece la pena que comentes.
4. Porque lo que has escrito te define, y -créemelo- no sales nada bien favorecido. No me gusta picotear en la herida abierta, como hacen las gallinas, pero puedo decirte que tú la tienes en carne viva, y por ella te supura demasiado pus: esa dureza de corazón y esa miopía intelectual no es que digamos una manera buena de dejar este año y empezar el que viene.
5. Haces bien en rezar por mí. Yo rezo por ti.
6. Y no te preocupes por tu dinero. Ni lo tomo ni me hace falta. Pero como dice el evangelio, granjéate con él aquí buenas relaciones, para que luego intercedan por ti donde corresponda.
7. Y para terminar, no eres quien para echarme de mi Iglesia.
artadi, es todo un placer recibir visitas desde el Alto Aragón, donde tengo, porque he gozado durante mucho tiempo, mis complacencias.
Anónimo, a pesar de que no me gusta esa forma de firmar, te saludo y te deseo feliz entrada de año.
Es lo que hay.
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