De bromas y de veras



Hace unos días recibí un correo con el título “Notas parroquiales verídicas”. Me reí con ellas, porque tienen gracia. Me río mucho con los humoristas de oficio, pero mucho más con los aficionados que hacen chistes sin querer.
Y ¡hay que ver la de ocasiones en que hablando o escribiendo, una coma, una letra de más o de menos, o una palabra entera mal situada, provocan la risa del oyente o lector y la perplejidad del emisor!
No tengo que citar a nadie, yo mismo he sido testigo y sujeto agente y paciente.
Habida cuenta de que las tales notas parroquiales verídicas están colgadas de la red en múltiples lugares, no lo haré aquí.
Pero ya puesto, he encontrado esto otro, y como se trata de un gremio con el que no tengo ninguna relación, no me duelen prendas. También son hechos verídicos.

COLECCIÓN DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS HECHAS EN JUICIOS

Son totalmente verídicas; se han publicado en el Colegio de Abogados de Madrid
  1. ¿Estaba usted presente cuando le tomaron la foto?
  2. ¿Estaba usted sólo, o era el único?
  3. ¿Fue usted, o su hermano menor, quien murió en la guerra?
  4. ¿Él le mató a usted?
  5. ¿A qué distancia estaban uno del otro los vehículos en el momento de la colisión?
  6. Usted estuvo allí hasta que se marchó ¿no es cierto?
  7. Pregunta: Doctor, ¿cuántas autopsias ha realizado usted sobre personas fallecidas?
    Respuesta:Todas mis autopsias las realicé sobre personas fallecidas.
  8. Pregunta: Cada una de sus respuestas debe ser verbal, ¿de acuerdo? ¿A qué escuela fue usted?
    Respuesta: Verbal
    (risas y comentarios jocosos en la sala)
  9. Pregunta: ¿Recuerda usted la hora en la que examinó el cadáver?
    Respuesta: La autopsia comenzó alrededor de las 8:30 p.m.
    Pregunta: ¿El Sr. Pérez Tomilla estaba muerto en ese momento?
    Respuesta: No, estaba sentado en la mesa preguntándome porque estaba yo haciéndole la autopsia.
    (El Sr. Juez tiene que imponer orden en la sala, el alboroto es tremendo, se escuchan carcajadas por todas partes)
  10. Pregunta: ¿Le dispararon en medio del follón?
    Respuesta: No, me dispararon entre el follón y el ombligo.
  11. Pregunta: Doctor. ¿Antes de realizar la autopsia, verificó si había pulso?
    Respuesta: No.
    Pregunta: ¿Verificó si había respiración?
    Respuesta: No.
    Pregunta: Entonces ¿es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia?
    Respuesta: No.
    Pregunta: ¿Cómo puede usted estar tan seguro, Doctor?
    Respuesta: Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro.
    Pregunta: ¿Pero podría, no obstante, haber estado vivo el paciente?
    Respuesta: Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo de abogado en alguna parte.

Hoy es el día de la Constitución, no me he olvidado; pero no tengo nada nuevo que decir. Todo está dicho en años anteriores, y basta con ir allá y comprobarlo.
Sigo teniéndola en el despacho parroquial, junto con la Biblia y el Derecho Canónico y algunas otras cosillas más.
Y sólo esto: confío en que el texto del ejemplar que tengo no esconda alguna errata que pudiera convertir a la Carta Magna en motivo de risa, o de perplejidad. Lo recibí junto con un diario de hace muchos años, 1978, e impreso por Hauser y Menet, S.A. – Plomo 19 – Madrid-5; eso debería ser toda una garantía.

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