I. Membrilleando
Aspecto del membrillo macerado en azúcar durante toda la noche |
Perspectiva del recipiente, a cierta distancia, para calcular tamaño |
Totalmente disponibles, esperando… |
Aspecto del producto, terminada la reducción |
Molturación y refinado del producto |
Producto final, envasado y sin etiquetar |
II. No siempre es cómodo decir NO
Dicen que lo costoso es decir sí, porque compromete.
Claro que resulta políticamente correcto. Quien dice no, va a contracorriente y no
hace amistades. Pero un no a tiempo evita consecuencias no deseadas. Quien dice
no, descansa. ¿La conciencia? Y… ¿quién piensa ahora en eso?
III. De cómo fue un espejismo haber vivido treinta minutos de más
Salgo de casa a las 19:05 horas. Entro en la piscina
y el reloj señala las 19:05 horas. Perplejo, me zambullo y nado relajado, media
hora de regalo es para disfrutarla. Cuando marca las 19:40 se apagan las luces.
Salgo del agua. No ha sido un sueño, pero casi. Afortunadamente empleo el mismo
tiempo en nadar mi serie, tanto si lo hago con prisas como si me lo tomo con
calma. No consigo entenderme, aunque estoy por asegurar que el reloj atrasaba. ¿De qué otro modo pude llegar a la Huerta del Rey y cambiarme?
IV. Yo juraría que hace un rato pasé por esa puerta, ¿cómo ahora está cerrada?
Encendí la caldera para que no me echaran en cara que
por la mañana sí y por la tarde no. Dejé las puertas abiertas para que entraran
libremente. Cuando volví para devolver al almacén los envases no usados casi me
rompo las narices. Yo juraría que esta puerta estaba abierta, ¿qué ha pasado
aquí? Aún estoy dándole vueltas a este asunto.
V. ¡Qué confortables serían algunas casas, si no fuera por las visitas que las frecuentan!
Pues eso, que hay sitios maravillosos, paisajes
bellísimos, edificios y museos dignos de admirar, tertulias en las que con sumo
gusto uno se tomaría un cafelito mientras fumaba un cigarrillo. ¡Qué pena que
no se pueda también seleccionar quien puede aparecer por allá!
VI. Hay expresiones feas que además ofenden
Y se me escapó, lo reconozco. Si lo pensaba o no lo
pensaba, no tiene la menor importancia. El hecho es que lo solté. Y se me oyó.
Y alguien se ofendió. Natural. ¿Arrepentirme? ¿Pedir perdón? ¡Qué guapo estaría
callado algunas veces!
VII. Los sábados, siempre cocido. Ahora, casi siempre en domingo
Uno cambia. O le hacen cambiar. Si el resultado es el
mismo, ¿importa algo la forma?
VIII. Una homilía que no me ha gustado
Casi doce horas dándola vueltas. No faltaban ideas,
pero no encontraba el cabo. Cuando creí encontrarlo, apareció el ovillo. El
jersey se tejió en media hora. Cuando llegó el momento de probarlo, la talla no
coincidía. ¿Tiempo perdido? ¡Ocasión desaprovechada!
IX. Los domingos la gente suele recogerse antes
Estaremos en crisis y habrá mucha gente en paro, pero
cuando el lunes es mañana las calles se vacían antes de la hora de cenar.
¿Habrán caído en este detalle los que arengan a sus huestes en coliseos, plazas
y polideportivos?
X. Bueeeeeno, sí
No puedo negarlo, digo más veces sí que no. Unas, por
convicción; otras, por compromiso; y bastantes, por inducción. Definitivamente,
soy un blando.
Casi se me olvida, mañana descargamos el segundo camión
de alimentos. Si las cosas salen bien, comeremos a la hora.
Sabes una cosa Miguel Angel, si que se puede seleccionar no en casa de otros, pero si en tu casa (y ya es mucho)...en mi blog entraba todo el mundo y ahora no, yo decido en mi casa.
ResponderEliminarMe refiero a este punto que dices:
Pues eso, que hay sitios maravillosos, paisajes bellísimos, edificios y museos dignos de admirar, tertulias en las que con sumo gusto uno se tomaría un cafelito mientras fumaba un cigarrillo. ¡Qué pena que no se pueda también seleccionar quien puede aparecer por allá!
...y es verdad, hay "moscas cojoneras" que están en todas partes...no digo nombres.
¿me estoy volviendo malvada?.
Un abrazo y que esta mermelada te endulce la vida, amigo.
¡Pues tiene buena pinta el membrillo!, con queso de cabra una delicia.
ResponderEliminarHace unos años Teresa Piulach, una amiga catalana, me repetía con frecuencia " tienes que vallar tu casa- se refería a mi casa física y a esa otra casa que no se vé- están robando tus tesoros y tu no pones los límites que has de poner". Tengo que admitir, como tu, que soy blanda, me cuesta mucho decir no. Veo la ignorancia de las personas pero me cuesta mucho ver o descubrir la maldad, en ese sentido continúo siendo muy ingenua, pero he aprendido a escuchar a mi intuición, ahí no hay confusión y cada vez que la escucho bien no me engaña y puedo protegerme.
Ahora me han puesto de tarea, los especialistas y quienes me quieren de verdad, que TENGO QUE DECIR NO A TODO AQUELLO QUE ME ATE.
Tengo la obligación de amarme a mí de la misma
forma que amo a los demás. Me olvidé que amar a todos me incluye a mi.
Besos.
Ummmm, qué pinta! Me encanta el membrillo.
ResponderEliminarBonitos diez mandamientos para reflexionar Miguel Angel.
Yo creo que decir no cuesta mucho más. Hay una frase de un pensador que me gusta mucho: "El unico hombre realmente libre es aquel capaz de declinar una invitacion a cenar sin dar una excusa". Jules Renard.
Saludos,
Dos comentarios y una observación:
ResponderEliminarAl I. En mi tierra se envasa en recipientes planos para después poder cortarlo y consumirlo en pequeños paralelepípedos.
Al V. Esa observación tuya parece haber salido de la boca de la misma madre tierra, refiriéndose a nosotros sobre todo.
La observación: Los mandamientos se resumen en uno, efectivamente, amar al prójimo como a uno mismo, lo que exige, Laura, amarse en primer lugar a uno mismo. Y eso, lejos de significar egoísmo, es un acto de generosidad extraordinario: quien aprende a amarse a sí mismo ama sin dificultad al otro.