Isaías, un profeta muy grande en un folleto muy pequeño


Por esas cosas de la vida, hoy, día de San Andrés, al recolocar en la biblioteca revistas leídas y a medio leer que tenía en la mesilla junto a mi cama, he topado con unos opúsculos que estaban olvidados tras la hilera de una estantería. Se trata de un pequeño tesoro que guardo desde mis tiempos de estudiante.
Son escritos de un profe mío de Sagrada Escritura, José Alonso S.J., que, a falta de otra posibilidad, editó en un formato, digámoslo claramente, de tapadillo. Parecían cuentos de los que se compraban en los quioscos. Se decía que era para dar esquinazo a la censura, que por entonces, como por ahora, estaba con mucho vigor; sin embargo consta bien visible "Con las debidas licencias". La foto muestra a simple vista el tamaño de los tales, y también la pinta.


El caso es que ahí tuve que estudiar muchas cosas, y aprenderlas, además de los apuntes y otros trabajillos que el bueno del padre Alonso nos encomendaba.
Valían 2, 3 y hasta 5 pesetas, del año 1967. Ahora están a la venta en internet, a razón de 5 € la unidad, el conjunto a 200 €. Servidor tiene 45 ejemplares, creo que todos los que le tienen por autor, y están todos en el hueco de mi mano. Se trata, como puede comprobarse de los Folletos ID, de la editorial Sal Terrae.
Dado que no creo que a estas alturas de la historia rompa con ninguna cláusula del copiraig, me tomo la libertad de colgar aquí uno dedicado al profeta Isaías, por dos razones, principalmente:
1. Porque estamos en Adviento, e Isaías es capital. Lo dice un entendido que tengo en la columna de la derecha: Martín Gelabert Ballester, de Blogs - Orden de Predicadores.
2. Porque yo trabajo subrayando el texto que leo, y éste está limpio; es milagroso, pero cierto.
Es posible que interese a alguna persona de las que visitan este lugar conocer qué se escribía sobre este asunto de la Biblia en aquellos años. En ese caso doy mi palabra de que, a modo de encargo, iré colocando aquí alguno que otro de los más enjundiosos, curiosos o divertidos, que también lo hay.

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