Con toda mi alma


De la realidad que conozco, la humana es la única que fluctúa entre el todo y la nada, con una incierta variación que lo mismo puede ser “hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana” o su contraria, porque no sabemos, no podemos o no se nos deja avanzar en lo que empezamos, tanto si lo hicimos como locos enamorados, o como amigos desde siempre; si fue por algún interés, o por sólo ocupar el tiempo y nuestro vacío.
Si hay quienes dejan ir muriendo su relación, hay también quienes la van llenando de vida. También, quienes ni aumentan ni disminuyen, ni aminoran ni incrementan; siempre igual, como la cerveza el águila de los anuncios de mi adolescencia.
Tengo para mí que en estos tiempos infelices, se hace demasiado duro permanecer en el amor primero. Hay quien dice que la fidelidad es de personas antiguas. Y hay quien mata por infidelidad.
Momentos preocupantes, los que estamos viviendo. Y lo sabio sería que no pretendiéramos cambiar en tanto las cosas no se pusieran en algún orden, el que fuera, de mayor a menor, de menor a mayor, por grupos homogéneos, según su textura, a propósito del color; qué sé yo, de alguna manera que pudiéramos hacer algún juicio “razonable”.
Mañana me convocarán para que ejerza mi derecho a expresarme ante las urnas. Han querido ayudarme a tomar mi decisión, creo que sí. No quiero pensar que me estén engañando, ni que se tomen mi voto por el pito del sereno. Ellos y yo, todos, sabemos que esto no es lo mejor, pero es lo que tenemos. Como sabemos igualmente que no es cierto que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque al menos el pasado que yo recuerdo no lo fue.
Sí, parece ser que el domingo muchas personas que conozco y a quienes quiero y aprecio se van a encontrar desanimadas, y es muy probable que algunas o muchas decidan no ir a votar, o votar en contra de sus ideas, o hacerlo a ciegas.
Mi voto no es uno más. Es lo único que tengo. Por él soy, ante mí mismo y ante mis paisanos.
Tanto si no voy, como si voy y voto, nada va a cambiar, porque sólo tengo un voto. Pero con ese voto me expreso, me sitúo junto a los demás, me comprometo y me implico; y ya que las cosas están como están, también quiero complicarme en ese asunto, que también es mío, de que este país no esté habitado por un pueblo des-animado.
Sí, por supuesto, mañana votaré con toda mi alma. Como siempre.

4 comentarios:

  1. ¡Pues yo también lo haré con el alma!.

    Y el lunes 21N, a recolectar olivas , que ya están buenas para aceite.

    Abrazos.

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  2. Yo me siento de esas que está en alza...tú sabes, aunque nunca me fuí.
    Mañana estaremos en las urnas con todo el derecho de voto...con cierto desanimo en esta ocasión, pero yo tampoco faltaré.
    Un abrazo.

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  3. Como escribo a toro pasado y de "alante p'atrás" voy a contrapelo. Ya sé que hay mucha gente (4 millones más o menos) que no han tenido ninguna gana de repetir voto y se han dispersado por otros partidos que la oferta proponía. Véase el resultado. Pero insisto en lo dicho más arriba, será que tiene que ser así para aprender alguna lección. Cada uno la que le toque.

    Besos

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  4. No sé qué deciros ahora, a la vista de los resultados. Por más que lo habían cacareado como del todo seguro, uno siempre espera la sorpresa. Ya veo que no, que la realidad es terca.
    Ojalá no tengamos que acordarnos del chapapote aquel.

    Besos a las tres

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