Esta mañana fuimos al campo de paseo. Nos salimos de lo habitual y escogimos recorrer un vallecillo de Torozos. Queríamos ir ligeros de equipaje y dejamos el almuerzo para el final. Pero no hizo falta echar mano del fardel. Cuando llegamos no teníamos hambre. ¿Será necesario explicar por qué?
Efectivamente, unas pocas imágenes valen más que una prolija explicación.
ResponderEliminar¡¡Qué esplendor!!, ¿cuántos frutos?
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