En mi ciudad los trabajadores y las trabajadoras, alguna hay, del servicio del cementerio municipal obligan a realizar los entierros sólo por la mañana. Llevamos así muchos años. Tal vez fuera un logro reivindicado al negociar el convenio colectivo, tal vez sólo se trató de un capricho del alcalde de turno, qué se yo. El caso es que no se pueden celebrar funerales por la tarde si el enterramiento se va a realizar en alguno de los cementerios propiedad de la ciudad. En los particulares, hay vía libre. Y si se trata de llevar el féretro a un pueblo, entonces, también.
Siempre me he preguntado cómo es posible que un par de brigadas de currantes, o sea alrededor de diez o doce personas, puede tener tanto poder sobre una población de casi doscientas cincuenta mil personas. Pero es así.
Hoy me ha sobresaltado la huelga salvaje de los controladores aéreos. Y también a otras doscientas cincuenta mil personas del estado español, que han ido a algún aeropuerto para no poder embarcar, por lo menos hasta el domingo. Aquí la minoría es un poco más numerosa, unos dos mil; pero la mayoría tiranizada sobrepasa los cuarenta y siete millones de personas…
Llevamos a rastras una crisis que en el fondo viene producida por la perversa utilización del dinero de una minoría de pudientes y adinerados banqueros. Ignoro si su número se acerca más a la docena o a los dos mil, pero tengo seguro que los damnificados, ellos y ellas, o sea todos, sumamos casi siete mil millones de personas.
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Ya digo, cualquier tiranía me aterra. Pero la de las minorías, mayormente.
Ya te digo, esto es de traca, que unos pocos sean capaces de lograr semejante caos es inconcebible. Yo creí que después de la última las cosas se habrían encauzado pero parece que el colectivo sigue creyendo que son intocables. No comprendo por qué no se forma a "trescientos mil" controladores para que no se vean tan indispensables, tampoco es que sean neurocirujanos, más bien parecen individuos con un c.i. normalito, lo que no tienen normalito es la vergüenza y la moral: qué gentuza más arrogante; espero que el Ministerio de Fomento les abra un expediente disciplinario, les ponga una gran sanción acorde con el lío montado y que sea, además de una falta muy grave en sus expedientes personales, una multa considerable, proporcional al quebranto que han ocasionado a los ciudadanos afectados y otra sanción económica más por el quebranto al Estado. Ale, para que vayan tomando nota y antes de montar líos como estos se lo piensen un poquito. Te aseguro que en esto hay consenso universal. Se acababan las huelgas de este colectivo, incluidas las legales, fijo.
ResponderEliminarA los empleados municipales del cementerio de tu pueblo: otro tanto de lo mismo, o el Ayuntamiento atiende las necesidades de la población o se les dejan los ataúdes en su mismísima puerta, la de su casa particular, o en el hall del Ayuntamiento y que los entierren cuando tengan a bien. La solución llegaría en el ipso facto, estoy segura. ¡Pero qué es esto! Así nos va en algunas latitudes: consintiendo a unos pocos perjudicar a unos muchos llegamos a consentir que los "mercados" hagan lo que les rote: el mundo en sus manos y ellos a los suyo: más dinero, más dinero y TODO el poder.
En fin Míguel que a mi también me tiene bastante harta según qué gente y según qué historias. Pero parece que aún no sumamos suficientes voluntades como para cambiar las cosas, ni las pequeñas ni las grandes (mira Cataluña).
Besos y eso...