Sobre opiniones se puede discutir, y también sobre colores. A cerca de las propias experiencias caben comentarios, reflexiones y extraer moralejas de los más variados matices, dependiendo de personas, recorridos vitales, bagajes acumulados y posiciones desde las que se contemple el panorama.
Mi olivo, y digo bien porque es mío que yo lo crié desde su más tierna pequeñez, ha superado la prueba. Manos inexpertas lo trataron desde el principio, lo clavaron en la tierra luego de separarlo con temor y con temblor del tronco materno donde naciera en un día incierto de hace más de dieciséis años. Siguiendo sabios consejos sufrió dos trasplantes, el segundo más brutal que el primero, no sólo por el sujeto agresor, sino y sobre todo por la talludez que ya había alcanzado el susodicho trasplantado.
Brotó en su momento, como se esperaba, pero eso era cosa hecha. Lo que no estaba tan seguro es que resistiera, que el verano por aquí es la etapa del desierto, y muy pocos lo aguantan, y se dejan llevar hasta la muerte.
¡Ha resistido! Véase ahí el resultado.
Aspecto del olivo antes y después de proceso de transplante
Este es el olivo transplantado, una vez transcurrido el verano y con ánimo de aguantar un nuevo invierno
Discutir sobre si galgos o podencos podemos ahora hacerlo. No seré yo quien lo impida. Supervivencia, resistencia, creación, recreación, superación, autorrealización, autoafirmación, son sólo palabras. Cada quien coja la que guste, o ponga otra nueva, exista o se la invente; mejor, así haremos que el idioma también crezca y se enriquezca.
Yo sigo creyendo que la vida tiene en sí misma capacidades suficientes para sacar de su interior lo que nadie en principio sospecharía. A eso yo lo llamo fuerza creadora.
Y yo vida y por tanto energía. Un abrazo.
ResponderEliminarPues vale, ¡Vida y Energía! Un abrazo lleno de idem, eadem, idem.
ResponderEliminar¡¡¡Bravo por el olivo y por su plantador!!! qué bonito está, se hará grande y precioso. Laura es la que entiende de esto, ya te dirá cuando tenga tiempo de entrar.
ResponderEliminarA mi me gusta mucho y tiene una pinta de fuerte y sano estupenda.
Enhorabuena, dueño y señor del olivo.
Besos
Ahora te voy a dar envidia... pero tú no hagas caso, que eso es un pecado. Una, dos y tres: Este año hemos conseguido llenar tres frascos grandes de olivas con nuestros olivos, ya ves.
ResponderEliminarEl primer frasco lo he aliñado yo, y los otros mi Fernando, que encima de jubilado, sabe aliñarlas bien, porque le han salido mucho mejores que las mías. Si esto no fuera internet te mandaba un tarro ahora mismico. Ahora bien, si quieres venir tú mismo a recogerlas...
Y por cierto, ese sobrevivirá a todo, ya lo verás.
ResponderEliminarJulia, tienes toda la razón, está sanote. Hice caso a los que aconsejaron que no hiciera absolutamente nada una vez replantado. Ni una gota de agua. La del cielo, y asín está, tan hermosote. Cuando tenga escudo de armas me lo pongo sobre un campo de gules. Besos.
ResponderEliminarClares, si la envidia fuera tiña esta misma noche me quedaba calvo. Jubilata y haciendo aliños en plan fino, eso no es cualquier cosa, es un auténtico tesoro. No le dejes marchar nunca. Ahora sólo falta que encima te lleve a Japón. Sería la guinda. Qué digo la guinda, sería un guindal entero.
Este olivo aguantará y resistirá siempre...se ve que es fuerte..
ResponderEliminarHace unos años regalamos uno a unos amigos para su casa de la montaña, el olivo al parecer muere con las heladas...pero resitió y se ha hecho grande...y dicen que se hará aún más grande.... el pueblo está cerca de Andorra, es Asnurri...en la zona del Alto Urgell....y en invierno se cubre de nieve...en esta entrada se vé el precioso puebloAsnurriy hay una foto del olivo...
Así que, por suerte, tienes olivo para tiempo.