Uno muchas veces no sabe por qué hace las cosas que hace. Bueno, no todas, sólo algunas. Se entiende que las más importantes sí están debidamente evaluadas y decididas. Pero otras no.
Es el caso de este blog. Lo empecé porque tenía ocasión, porque fue fácil abrirlo, porque estaba al alcance y era gratis. Lo inicié por curiosidad, pero también por un pequeño interés; en un determinado momento necesité que alguien me echara una mano en algo que era para mí totalmente nuevo. No voy ahora a recordar qué, ya está casi olvidado allá por el mes de mayo de hace dos años.
Y una vez ya en faena, te vas metiendo, vas probando, entras en un sitio, te acercas a otro, curioseas, lees y reflexionas. Un tiempo después, te atreves y escribes un comentario en casa ajena, luego en tu propia casa hablas de algo que leíste en otra parte y quieres dar tu opinión o explicar con detalle lo que piensas. Vuelves a comentar, y ya lo haces con más frecuencia, hasta con cierto descaro propio de quien ya ha perdido el miedo o la timidez. Ves que viene gente y te felicita, o te añade cosas que tú no habías pensado, vas aprendiendo, te vas afinando. En fin, que llega un momento en que te descubres no escribiendo para ti mismo, sino para otras personas.
En este proceso pasan muchas cosas. Hay lugares amables, donde se está bien, todo el mundo se expresa con delicadeza, se mandan besos y se dan abrazos. En uno y en múltiples idiomas.
Hay también otros sitios, rudos, donde se razona con la cabeza y también con la parte inferior del cuerpo, y se dicen, sin expresarlos o explicitándolos, exabruptos, y se dan aplausos o empujones según se esté a favor o en contra en la argumentación, y coincida o no con el propio criterio y forma de entender las cosas, se pertenezca al propio grupo o al contrario.
Y entre medias, hay infinidad de domicilios particulares que admiten visitas, que son bien venidas, pero como visitas; el silencio o la cortesía muestran que no como parte capaz de determinar la línea editorial, o el plan de trabajo de quien tiene la llave de la puerta.
A la par que vas descubriendo todo esto, el marco físico del blog se va modificando en la medida en que copias cosas de otros, o tomas ideas, o simplemente pretendes mejorar lo que allá ves que está apuntado pero no desarrollado.
Total, que miras para atrás y dices, ¡madre mía, dónde he llegado! Y es el momento de parar y decir, vale tío, esto no es lo que yo quería, ¿lo quiero ahora?
Y sin pensar en echar el cerrojo, te plantas y te afirmas en lo que tú quieres, que tampoco es tan excesivo.
Importa mucho saber dónde quiere uno estar, y cómo. Ver quién está cerca y no molestar. Y si es el caso que sospechas que sí lo has podido hacer, que alguien ha venido y se ha marchado herido, que has apagado una vela o tronchado una caña, que tu huella permanece en la hierba o que el agua ya no está tan clara, sabes que para ti no es desdoro ni humillación pedir perdón. Que lo has hecho muchas veces, que a muchas personas te has tenido que dirigir solicitándoles que te disculpen y no ha pasado absolutamente nada irreparable y que ahora lamentes, y que estás dispuesto a seguir haciéndolo, porque sabes que metes la pata fácilmente, que hablas alto y tienes demasiada seguridad cuando te pones.
Pido pues perdón. A quien pueda interesar, a quien lo necesite de mí, a quien tenga todo el derecho del mundo a exigírmelo pero no se atreva o no pueda o no quiera hacerlo. Pido perdón, pero no me pidáis que cambie en aquello que soy yo, y sin lo cual dejo de serlo, sencillamente porque ni debo ni puedo.
Julita, preciosa, lo último que me mandaste no lo he reenviado, lo tengo aquí para que se vea en público. Es un poco largo, pero es aleccionador. Dejáis que pasen las diapositivas al tiempo que escucháis la música ambiental, y en un verbo habéis terminado.
¡Qué razón tiense, Miguel Angel! te vas metiendo en este mundillo, y al principio uno sin saber de qué vá esto, no sabemos a dónde nos metemos, es una nueva experiencia, una novedad, y apenas, después, vas conociendo más blogs, y cuando ha pasado cierto tiempo, te das cuenta de todo ello, unas personas lo dejan porque ya no les parece tan interesante como antes, otras siguen... unas personas aceptan las distintas maneras de pensar, otras en cambio, no lo toleran bien, se enfadan, porque son más cerradas...
ResponderEliminarYo creo que lo importante es el respeto hacia los demás y sobre todo la libertad para opinar, además, nos enriquecemos y aprendemos con las distintas maneras de ver las cosas de cada persona.
No cambies, y sigue siendo tú.
Besos.
Miguel Angel...cuanta razón tienes...un blog empieza de una manera y se vá desarrollando de otra que uno no imagina...
ResponderEliminarSiempre he dicho que es un recinto de libertad de expresión pero con tolerancia...
Lo importante es ser uno mismo...y hay quien hace mucho bien...como tú...que eres claro, que no te callas y que dices las cosas en verdad..
Con el blog...tendremos que decirnos:"haz lo que puedas"...y a partir de ahi cada uno es cada uno y tiene sus "cadaunadas"amigo.
Me parece estupendo que hayas optado por esta forma de hacerlo llegar a la gente que es, a fin de cuentas, de lo que se trata.
ResponderEliminarYa comprendo que habrá quien se moleste por según qué cosas, pero en algunos casos la responsabilidad está en quien opina sin conocimiento de causa en temas muy peliagudos; si quieres disculparte con ellos haces bien porque así eres tú. También te digo que al revés, que otros se disculpen por haber metido la pata, no estaría mal. La reflexión va en ambas direcciones, ¿o no?.
Una vez más, besos.
Es verdad, es algo que honra a quien lo hace de corazón. Mientras tanto andaba aprendiendo un nuevo idioma la mar de curioso. Un abrazo.
ResponderEliminarMaría, claro que respeto siempre, lo que se llamaba antes buena educación, que se pueden expresar todas las ideas con buenas maneras, incluyo discrepar cortésmente. Y también saber evolucionar, que nos somos de piedra y los demás también tienen cosas buenas. Lo mejor es el intercambio y el mutuo enriquecernos. Gracias.
ResponderEliminarAnna, ese “haz lo que puedas” en ti significa mucho, porque a la vista está. Estarás encorsetada, pero con tu cabeza, con tus manos y con tu voz llegarás muy lejos, muchacha, te lo digo yo. No te digo nada cuando te lo quites y puedas volar…
Julia, tú estás curtida en este tipo de cosas, y sabes cuán difícil es muchas veces mantener el tipo. Pienso que lo importante es reconocerse siempre a pesar de los cambios que inevitablemente han de darse. Ojalá sea una reflexión de ida y vuelta, yo tengo la esperanza de que sí. Besos.
emejota, ya nos dirás qué idioma es ese tan curioso. En ese aspecto yo estoy muy limitado, y siempre lo estuve. Un abrazo
Julia, se me olvidaba preguntarte si esta presentación llevaba música. Es que en mi aparato no se oye nada.
ResponderEliminarMiguel Ángel... eso me pasa a mí que acabo de empezar... y no se como seguir... creo que de pronto prende una llama, como una pasión y un gran deseo de comunicar... y cierto temor... porque sin querer... te vas desnudando... y quedas a la intemperie.
ResponderEliminar¡Muy hermoso lo que escribes!, me parece muy entrañable. ¡Por cierto!, ya veo que también conoces "nido de poesía". A mí también me gusta. Chao
Míguel, tanto en tu aparato como en el mío, los Mac, muchas veces las presentaciones de Power Point, si llevan música incorporada no podemos oírla. Parece que depende de la versión con la que haya sido confeccionado el susodicho pps (de esto sabes más tú que yo), así que no puedo sacarte de dudas, preguntaré a alguien que tenga PC y te lo comunicaré. No obstante si tienes una música in mente que crees que le va, pues no te cortes, la pones y listo que sé que para eso no tienes problemas (digo para encontrar una música adecuada).
ResponderEliminarObservo que has subido al niño al principio del blog...estaba en el sotano...y las fotos ambas cosas destacan más...
ResponderEliminarEste Power Point no tiene música ni con el Mac, ni con el PC.
PC le llama Julia,a lo que no es Mac...
¿no son ambos PCS?...PC=Personal Computer...
Llegada una esdad, mi querido Miguel, los cambios son superficiales, que ya tenemos las ideas bastante claras sobre lo que queremos y lo que no. Podemos cambiar en la forma de manifestar el pensamiento, sobretodo por no herir, ya que herir a otros no produce placer sino pesar. Entendiendo eso, es fácil disculparse en las formas. También yo he de disculparme contigo, por ser muy brusca a veces. No lo haré. Sé que estás más allá y comprendes que en mi intención nunca hay daño para ti. Y sé también que en muchas cosas, hablamos el mismo idioma.
ResponderEliminarEl idioma increíble que todos deberíamos hablar, el más democrático, el que no da ventaja al nativo sobre el foráneo, es el esperanto. Mi perro se llama Koro (corazón, en esperanto).
Anna, no lo digo yo lo dicen o lo llaman así los "expertos"; mira
ResponderEliminarMac puede referirse a:
Macintosh, una serie de computadoras de Apple Inc.;
Las siglas PC pueden referirse a:
-1. computadora personal (u ordenador personal), del inglés personal computer;
-1. ordenador o computadora compatible IBM PC;
-2. ordenador o computadora compatible Wintel (Windows-Intel);
supongo que para diferenciarlos, digo yo ¿eh?