Esa terca realidad



Los seres humanos reaccionan no frente a la realidad,
sino frente a las ideas que tienen en su mente…
Un grupo de turistas había quedado aislado en un lugar desértico y, como no tenían más víveres que unas latas de conserva cuyo plazo de caducidad ya había expirado, decidieron dárselos a probar antes a un perro, el cual pareció comerlos con gusto y no padecer ningún tipo de efectos.
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Pero al día siguiente se enteraron de que el perro había muerto, y todo el mundo fue presa del pánico. Muchos comenzaron a vomitar y a quejarse de fiebre y disentería.

Consiguieron hacerse con los servicios de un médico para que tratara a las víctimas del envenenamiento. El médico quiso saber qué le había ocurrido exactamente al perro, para lo cual se hicieron las debidas pesquisas. Y un vecino del lugar, que lo había visto casualmente, dijo: «¡Ah!, ¿el perro? Anoche fue atropellado por un automóvil.»


* * * * *


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Dos niños se encuentran en la calle.

«¿Cuántos años tienes?»

«Cinco. ¿Y tú?»

«No lo sé.»

«¿No sabes cuántos años tienes?»

«No.»

«¿Te preocupan las mujeres?»

«No.»

«Tienes cuatro años.»


* * * * *


Una anciana mujer observó con qué precisión, casi científica, se ponía a cantar su gallo, todos los días, justamente antes de que saliera el sol, llegando a la conclusión de que era el canto de su gallo el que hacía que el sol saliera.
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Por eso, cuando se le murió el gallo, se apresuró a reemplazarlo por otro, no fuera a ser que a la mañana siguiente no saliera el astro rey.

Un día, la anciana riñó con sus vecinos y se trasladó a vivir con su hermana, a unas cuantas millas de la aldea.

Cuando, al día siguiente, el gallo se puso a cantar, y un poco más tarde comenzó a salir el sol por el horizonte, ella se reafirmó en lo que durante tanto tiempo había sabido: ahora, el sol salía donde ella estaba, mientras que la aldea quedaba a oscuras. ¡Ellos se lo habían buscado!

Lo único que siempre le extrañó fue que sus antiguos vecinos no acudieron jamás a pedirle que regresara a la aldea con su gallo. Pero ella lo atribuyó a la testarudez y estupidez de aquellos ignorantes.


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El canto de la rana de Tony de Mello es un obra en dos tomos que encierra mucha reflexión. Y Antony de Mello, una persona que desde otra cultura ofreció pautas de confrontación contra una forma de pensar aplanadora, en la que no se permitía que cupieran matices, variaciones o solos, aunque enriquecieran el conjunto. Tuvo y sigue teniendo muchos lectores y seguidores, pero la oficialidad no le demostró mayor aprecio. No es que le importara mucho, pero una orquesta, grande o pequeña, suena mucho mejor con el recinto lleno; el pájaro seguirá cantando, aunque nadie le escuche, porque tiene un melodía que desarrollar.

8 comentarios:

  1. Tenía noticia y he leído algunas cosas de Anthony de Mello, hará la tira de años, ¿20?. A mi modo de ver sus razonamientos estaban ribeteados de filosofía oriental. Bueno eso que recuerde, porque ya.... Uff anda y que no ha llovido. Un abrazo.

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  2. No recuerdo haber leido nada del Sr de Mello...
    El primer relato me ha gustado, lo que hace la mente...la mente todo lo puede, por eso hay que cuidar mucho los pensamientos...y cuando se tornan negativos...dar un toque de atencion no viene nada mal ¿verdad?.

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  3. emejota de Mello empezó a publicar hace ya años, y claro tiene pensamiento oriental, no podría ser de otra manera. Nacido en India en 1931, falleció en Nueva York en 1987 -donde estaba impartiendo un curso-, al parecer de repente. Dejó un libro en prensa, que fue muy solicitado, 'One minute nonsense', que se tradujo como “Un minuto para el absurdo”
    «Nobody can be said to have attained the pinnacle of Truth, -Jesuit Fr. Anthony de Mello once wrote-, until a thousand sincere people have denounced him for blasphemy.»


    mariajesus, por supuesto, más allá, pero sin perder la referencia, hay que tener los pies en el suelo.


    Anna, pues seguro que te gustaría leer algo de él. Ahora que estás tan ocupada, si encuentras un ratejo, pincha en esto y disfruta: Tony de Mello

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  4. Yo lo sigo, a él y a muchos más.
    Hay seres que son dignos de tener siempre presene o.... al alcance de la mano.

    Gracias por tu visita y gratas palabras vertidas.

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  5. Pues yo no he leido nada de este autor, me va a tocar investigar un poco sobre él.

    Los relatos que has expuesto tienen todos una moraleja al final que nos hace pensar.

    Gracias por compartirlo-

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  6. Abuela, ya sé que le conoces y le sigues. Por aquí también me gusta recordarle de vez en cuando. Menudo maratón te has hecho por mi blog. Gracias por venir y dejar tus palabras. Es todo un honor y un placer.


    Encarni, pues merece la pena, ya te he mandado una dirección que te podría venir bien. Gracias a ti por venir.

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  7. Pues sí que lo he leído ( y aún releo). Por esa misma época también leía "el Profeta" y "el loco" de "Kalil Gibran" y "El poder del Pensamiento" de Swami Sivananda... Yo jovencita aún... ¡Cómo pasa el tiempo!

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