Haití: Cinco meses después


Desde Puerto Príncipe nos llega esta muy interesante información de cómo están las cosas allí, sobre el terreno. La escribe una religiosa del Sagrado Corazón: Matilde Moreno quien ya nos ha enviado otras informaciones de interés con anterioridad. Quien desee colaborar o bien ampliar la información, puede ponerse en contacto con ella (Redacción de Redes Cristianas)


Puerto Príncipe, de junio 2010
     Querida gente amiga:

     Pues sí. Ya han pasado cinco meses y todo, a simple vista, sigue peor. Se ven lentos avances en la tarea de desescombrar aunque, en la mayoría de los casos, se está haciendo a fuerza de mazos, palas y manos. A este paso durará años. Se ven poquísimas excavadoras mecánicas y es que su alquiler tiene unos precios prohibitivos. Hay quien se está haciendo muy rico con esta tragedia. 
     
     Cada vez que desescombra un edificio el duelo recomienza para las familias que encuentran lo que queda de los cadáveres de sus seres queridos.

     El país necesita mucha ayuda pero, al mismo tiempo, fuera de las ONGs, es difícil hacerlo. Yo, afortunadamente, he encontrado la posibilidad de hacerlo, creo que por largo tiempo, en la Célula de Ayuda Psico-Social que la Conferencia Haitiana de Religiosos ha formado. Formo equipo con el P. Michel, provincial de la Congregación de la Santa Cruz, que es doctor en psicología y que dirige la Célula con enorme dinamismo y eficacia. Él se encarga de adiestrar a la gente en el estudio de casos y patologías. La otra persona del grupo es la Hna. Marie Pierre, psicóloga y también de la Santa Cruz que se encarga de la terapia de grupos y, por último, yo que me encargo de presentar qué es un terremoto y por qué se produce (el conocer el por qué y el cómo de algo es lo que quita más ansiedad). Trabajo también toda la parte del duelo para que cada uno sepa dónde está y descubra qué camino le queda por recorrer. También doy pistas para que puedan descubrir en qué estado se encuentran los niños-as y cómo deben tratarlos ellos y sus familias para ayudarles a mejorar. Además dedico mucho tiempo a ejercicios de terapia utilizando el cuerpo para que puedan ellos mismos mejorarse y después ayudar al alumnado. Nuestro trabajo se está centrando en el profesorado de diversos colegios, universidades y jóvenes voluntarios de la Pastoral Universitaria que trabajan luego como multiplicadores. Tenemos mucho más trabajo del que podemos atender.

     Otra buena noticia es que hemos encontrado una casa para alquilar. Es de una señora haitiana que vive en Estados Unidos y que después del terremoto necesita alquilarla para, con ese dinero poder rehacer el muro que la rodea y que se cayó con el terremoto. Después nos queda a nosotras pintarla y adecentarla porque está con muy mal aspecto y ¡ya está bien de ver escombros y desastres por todas partes!

     Lo de la casa ha sido muy importante porque así podremos retomar todas nuestras actividades con las chicas que camina con nosotras, recibir a rscj o colaboradoras-es que quieran venir y seguir buscando una plataforma apostólica en Puerto Príncipe. 

     En los periódicos aparecen todos los días maravillosas promesas del gobierno sobre la reconstrucción del país. Noticias que nadie cree y que dicen va a costar muchos millardos de dólares americanos. Mientras tanto la gente sigue viviendo bajo tiendas de campaña, en el mejor de los casos, y sin espera de mejora. La temporada de lluvias ya ha comenzado. Se esperan varios ciclones violentos para este año. Si ya son cenagales los campos de refugiados ¿a dónde podremos llegar?

     La vida en los campos está haciendo subir a cifras nunca vistas las violaciones, prostitución, contagios de sida, robos y la dependencia, que ya era muy fuerte en el país.

     Además Haití ha recibido la oferta de una manzana envenenada de manos de la Monsanto y el gobierno la ha aceptado tan contento. La Monsanto ha “donado” toneladas de sus semillas híbridas que necesitan para crecer de sus herbicidas y pesticidas y además, no se puede guardar una parte de la cosecha para volver a sembrar con lo cual la dependencia de la Monsanto se perpetúa. Os mando un enlace de internet donde podréis informaros de todo esto y conocer las movilizaciones que se han empezado a dar. 

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&cod=48359&lang=ES

     La presencia de las ONGs, más de 800, está siendo positiva en algunos casos pero muy dudosa en otros. Se están produciendo casos como los siguientes: médicos haitianos que se plantean el dejar el país porque al haber tanta asistencia médica gratuita, han perdido su clientela; colegios y empresas privadas que tienen graves problemas para funcionar porque su profesorado o personal más preparado se ha ido a trabajar con las ONGs que pagan mucho mejor y en dólares americanos; comerciantes que no tienen compradores porque hay multitud de cosas que la población recibe gratis. Es una pescadilla que se muerde la cola porque la ayuda es necesaria pero no puede seguir destruyendo la precaria economía del país.

     El 1 de junio asistí a la conmemoración del 4º aniversario de la fundación de Fe y Alegría en Haití. Es esperanzador ver el giro que ha tomado. Yo seguiré colaborando en la formación del profesorado.

     Hoy empiezo a trabajar en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Católica (UNDH) dando clases de español. ¡Dar clases me encanta! Es una verdadera terapia para mí.

     Necesitamos gente para las comunidades de Puerto Príncipe y la de Verrettes. Misiones muy diferentes. Hay para todos los gustos. ¿Alguien se anima? Sólo podemos decirles que las que estamos aquí no tenemos tiempo de aburrirnos, convivimos con un pueblo que nos enseña a diario a apostar por la vida y el campo es tan amplio que es difícil no encontrar algo interesante para hacer ni algo bonito para aprender y compartir.

     No puedo terminar sin agradecer a Dolores Aleixandre la magnífica reflexión sobre el “pozear” que ha colgado en la web. En estas tierras es importante poder beber y respirar hondura.

     También mi agradecimiento a Kathy por su carta del Sdo. Corazón que me llegó ayer. ¡Muy buena!
No me olvido de tantos colegios, comunidades, parroquias y gente amiga que envía fondos para ayudar a este pueblo. Se está creando una red de solidaridad muy bonita.

     ¡Feliz fiesta del Dios del Corazón Grande!

     Ya me despido. Aquí seguimos ilusionadas y trabajando, haitianas-os y gentes de buena voluntad del mundo, por el futuro de un país por inventar, porque el que había no nos gusta.

     Un abrazo muy fuerte

Matilde Moreno rscj

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