No cooperar al mal es sumamente complicado

Hay una persona que me debe, -nos debe a todos, mejor dicho- un artículo en el que detalle qué es eso de “cooperar al mal”. Y digo que nos lo debe a todos porque tiene voz alta en Internet, bueno y también en otras partes. Y como Internet es la plaza pública y ahí es donde ha dicho esta frase para denunciar el asunto de marras de las páginas pornográficas que nos trajinaban en Religión Digital -de Periodista Digital- a quienes íbamos a por otra cosa, pues se puede concluir que esa su opinión, que debe ser muy seria, profunda y matizada, es obligado que nos la de a cuantos y cuantas lo escuchamos.

Textualmente él dijo: «Propongo reabrir el debate sobre los dos temas citados: el de la coherencia ética y el de la cooperación al mal. No se puede escabullir el tema de la cooperación al mal con las excusas escolásticas de si es indirecta o no inmediata. Hace falta una campaña fuerte por la desaparición en todos los medios de comunicación (sean de la tendencia que sean) de cuanto convierte a la mujer en objeto, vulnera su dignidad y viola sus derechos.»

Esto lo dijo el día 1 de noviembre, http://lacomunidad.elpais.com/apoyoajmc/2009/11/1/dignidad-la-mujer-proteccion-del-feto, y como le respondió Marta a Jesús, “si ya huele…”; en efecto, en tres días un cadáver huele que alimenta. Una respuesta que se demora todo este tiempo, la verdad, huele a que no se quiere dar…

Visto que me voy a quedar sin saber qué iba esa persona a responder, me aplico a hacerlo yo mismo, aunque carezco de sus dones, que en absoluto puedo yo ponerme en comparanza con ella por ningún concepto.

El ser humano de natural actúa bien, porque está orientado en esa dirección. Eso es lo que dicen los moralistas, los científicos de la medicina, los filósofos, los físicos tánticos y cuánticos, los biólogos, y hasta si me apuráis, los literatos y dramaturgos. Pero con más frecuencia de lo debido, se vuelve para otra parte, y, o desbarata el bien o recompone y robustece el mal. (Si se trata de una personita insignificante, que puede muy poquito, no importa, su cooperación también ayuda al mal). La “cooperación al mal” (que se dice así, y no como sería más correcto “cooperación con el mal”) es un concepto filosófico/teológico que habla directamente de cómo el comportamiento humano puede colaborar a que el mal no sólo no desaparezca de la faz de la tierra, sino a que se reafirme, se agrande y se extienda.

Vamos, que la sola indiferencia frente al mal ya es cooperar a él. O sea, que ante el mal sólo cabe la lucha directa y encarnizada. No valen milongas ni contemporizar, tampoco encogerse de hombros.

En un momento que pinché en el buscador de Google me salieron estas cosas:




Ahí se dice bastante. Quien quiera puede entrar y leer. Y quien no quiera, tranquilo majete, que no creo que eso sea cooperar al mal.

Pero en este asunto hay que andarse con muchísimo cuidado, cuidadín, que ya sabemos que “quien no siembra, desparrama”, y que “quien no está conmigo, está contra mí”.

El problema que surge es que en este mundo de nuestros pecados, el mal campa por doquier. Está aquí y está allí, está por todas partes. Unos lo refieren al aborto. Otros al comercio de armas. Quien, al tráfico de personas. Y también hay quien lo refiere al sistema capitalista. De modo y manera que estamos tan rodeados e inmersos en el mal, que de no saber decidirnos por qué frente combatir, terminamos por no hacer frente a ningún frente. Y ahí quedamos cogidos en la red: estamos cooperando al mal. No hay salida, no hay solución. No tenemos remedio.

Y así estamos, sin posible redención.

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Santo remedio, sacudámonos la abulia, despertemos, salgamos del estado de molicie.

Esto acaba de llegarme, tal vez sea un buen aldabonazo:

Queridos amigos y amigas,


  • El ejército de Zimbabwe está controlando los campos de diamantes y sigue asesinando y torturando a los mineros. Esta semana, el grupo regulador de la industria mundial de diamantes puede llegar a excluir a Zimbabwe del mercado global. Firma la petición para poner fin a los "diamantes ensangrentados" de Zimbabue.

El dictador de Zimbabue Robert Mugabe se ha apoderado de los yacimientos de diamantes del país de forma brutal, y está utilizando los beneficios derivados de los preciados anillos de boda y joyería para financiar una cruel milicia política.

El grupo de países que regulan el mercado global de diamantes se va a reunir esta semana en Namibia para decidir si suspenden o no a Mugabe, impidiéndole así vender sus diamantes manchados de sangre en el mercado mundial.

Sólo tenemos 24 horas para persuadir a estos países para que actúen. Consigamos una auténtica marea de firmas en esta petición para entregarla directamente durante la reunión en Namibia. Firma en el enlace a continuación y envía este mensaje a todo aquellos que se oponen a que regalos que se hacen por amor sirvan para financiar odio:

http://www.avaaz.org/es/diamonds_for_love_not_hate

Todos los países productores de diamantes saben que sus beneficios dependen de la reputación que tengan sus marcas, y que la mayor conciencia pública de la existencia de "diamantes ensangrentados" influye cada vez más sobre dicha reputación. Una petición global gigantesca les mostrará que el público que compra diamantes está exigiendo una acción inmediata.

Los diamantes de Zimbabue solían ser explotados por mineros locales. Pero en los últimos meses, matones al servicio de Mugabe se han hecho brutalmente con el control de estos campos, asesinando a más de 200 civiles. Una investigación internacional realizada en Julio encontró evidencia de "una violencia atroz en contra de la población civil".

Los beneficios de estos diamantes de sangre están siendo utilizados para financiar una milicia política que ya ha provocado la muerte de cientos de ciudadanos de Zimbabue, amenazando la frágil unidad del gobierno del país. Permitir a Mugabe que mantenga el control de estos diamantes podría ayudarle a financiar una nueva guerra.

Todos nosotros estamos aprendiendo de qué manera nuestras decisiones sobre lo que compramos y hacemos puede afectar la vida de muchos seres humanos en otras partes del mundo. Regalar y llevar piedras preciosas es algo que debería hacerse por amor. Exijamos a los reguladores del comercio de diamantes que lo mantengan de esta forma:

http://www.avaaz.org/es/diamonds_for_love_not_hate

Con esperanza,

Ricken, Alice, Benjamin, Graziela, Luis, Milena, Paul, Ben, Paula, Pascal y todo el equipo de Avaaz

Más información:

Zimbabue: los diamantes no son eternos, IPS, 4 de Noviembre:
http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=93843

Informe de Human Rights Watch, "Zimbabue: Poner fin a la represión en los campos de diamantes de Marange" (en inglés):
http://www.hrw.org/en/reports/2009/06/26/diamonds-rough-0

El informe del Proceso de Kimberley sobre Zimbabue (en inglés):
http://www.zimonline.co.za/Article.aspx?ArticleId=5303


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15 comentarios:

  1. Yo voy a empezar por no volver a sacar a relucir el anillo con pedrusco que poseo: la mejor forma de luchar contra ese comercio es no participar en ningún comercio. Y en general: quien no se compromete no es; quien no tiene ideas, acaba por adoptar las de cualquiera; quien no actúa, es llevado por el rebaño,...
    Díme qué no piensas y te diré cuales son tus intereses.
    Un abrazo, Miguel Ángel.

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  2. ¡Ay Míguel! en que mundo nos toca vivir, pero mira no me dejo enredar en estos ovillos, yo a lo mío. No es que no se tengan que denunciar los abusos, que sí, es que tenemos que hacer, cada uno en su entorno inmediato con un par de...lo que sea.
    No conozco a ninguna mujer que haya abortado y que no sufriera por ello, me parece fundamental que se empiece a hablar de la capacidad de la madre para poder llevar un embarazo adelante.

    Toda Africa está llena de gobiernos militares o pseudomilitares con negocios montados esclavizando a sus ciudadanos, lo que nos cuentan no solo es relativo a los diamantes de sangre, es a la lucha por controlar el agua en paises como Sudán o Ethiopía, a controlar el mercado con Arabia Saudita Y Dubai de Somalia o Eritréa.

    Nada de ésto me es ajeno, pero ahí no puedo actuar, y hay que actuar, en lo cercano, en lo concreto. No dejarnos ir por pesimismos. Un abrazo.

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  3. Por cierto "Dignidad de la mujer, protección del feto", de Juan Masía, excelente como siempre. Cuando lo socia-lista, lo cris-tiano, lo ...que sea toca poder, ya estamos con el follón, hay un alejamiento de la esencia.

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  4. MA: aquí no ha pasado nada. En RD todos los blogs incluido el de JM funcionando. Ayer ya se quedó antiguo. Decisiones tomadas. El momento es otro. Mejor olvidarse de los agujeros negros

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  5. No, Juan, no dejes de lucir ese pedrusco, que es legal y quizás hasta expresión del cariño. Nadie puede pedirte que renuncies a ello.

    Algunas cosas malas no convierten al resto en malo. Hay que saber distinguir y discernir.

    Tendremos que aprenderlo, ahí está el problema.

    Y reconocido, denunciarlo cuando no podamos hacer otra cosa.

    Recibe tú también mi abrazo.

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  6. Laura, cuídate y sigue cuidando a tus próximos. Desde luego que es ahí donde hay que hacer lo que está en nuestra mano.

    Y no te agobies, que yo no lo hago, de verdad; ya he aprendido a no perseguir molinos de viento ni a echar la culpa a los astros de lo que es responsabilidad de seres que andan a dos patas y piensan con el bolsillo.

    Y sí, Masiá, es muy listo, y escribe muy bien; empiezo a pensar que existen demasiadas personas como él…

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  7. Me disgusta quien entra sin identificarse. No quiero responderle.

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  8. Miguel Angel, si no quieres que se hagan comentarios anóminos, puedes hacer lo siguiente: dentro de escritorio, configuración, comentarios, persona qe puede realizar los comentarios, marca: usuarios registrados.
    PS: Lo del pedrusco era una ironía (si no, sarcasmo), no uso, nunca he usado y nunca usaré anillos ni adornos semejantes.

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  9. Lo suponía, Juan, que tú no te cargabas los dedos con esas cosas, pero respondía a quien pasara por aquí y lo tuviera, que en sí no es malo ni es cooperar al mal si lo enseñara. Ahora se ven en las orejas, en los carrillos, en los pezones, en… ¡qué sé yo!

    Lo de los anónimos lo consiento, si no ofenden, pero no les respondo. Es mi decisión. Ya explico cómo hacerlo sin estar "sindicado"; si no lo hacen, su opinión no me vale, no interesa.

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  10. Mi amigo, que tema el que traes en esta entrada. Se sabe, se duda, se pregunta tanto sobre este tema y yo vuelvo a preguntar nuevamente esa vieja pregunta, “¿el hombre es malo por naturaleza, o la sociedad lo vuelve malo? No vamos a hacer un debate filosófico sobre esto, no es que no importe, todo lo contrario, sino que creo que perderíamos el tiempo en algo que quizás no tenga una respuesta firme, certera, concreta y única. Creo que el hombre desde su origen ha intentado o le ha sido más sencillo caer en el mal que en el bien, creo también que la sociedad, esta sociedad que premia la vanidad y la grosería no le hace bien a nadie, porque corrompe demasiado.

    Por lo pronto, creo que todos somos culpables que las cosas sean como son, y cuando digo todos, nos incluyo, ¿Pero quien dice que es bueno y que es malo? Se hace difícil determinarlo, la cultura de cada uno, la ideología de cada uno, la religión de cada uno juega un papel fundamental, vivimos dentro de una ley determinada, sea humana y divina que establece mandamientos, obligaciones y garantías determinadas.

    Creo que uno debe entender que es parte de este mundo de “maldad”, porque justamente, es parte de un “sistema” y por lo tanto, es parte del engranaje que hace y mueve a ese sistema en el que se encuentra y vive. Pero es necesario advertir que el 90% de la humanidad no elige realmente, aunque le hagan creer que elige, simplemente hace lo que le dicen y sobre todo, permiten hacer, por lo tanto, al ser manejados conciente o inconcientemente se pierde parte de la culpa, pero no toda.

    Por lo tanto, es importante comenzar a romper las cadenas que nos atan, hay que comenzar a abrir los ojos y comenzar a descubrir el mundo que nos rodea, buscar más información para no caer en tanto engaño y tener elementos para poder discernir con mayor libertad e individualidad nuestros actos, entonces sí, vamos a poder saber realmente cuanta culpa tenemos, cuanta responsabilidad y vamos a poder modificar nuestro comportamiento e intentar hacer algo más positivo para nosotros y para los demás.

    Sobre la nota de los “diamantes de sangre”, ya es patético ver como millones de personas se desviven por poseer un objeto tan insignificante, superficial como un diamante, mucho más dramático y desesperante es saber que el costo real de esos diamantes es la vida de un hombre, de una mujer, de un niño, de una familia, de todo un pueblo. Nuestro plata, nuestro sistema económico no vale la vida de nadie o no debería, claro que en un sistema donde se potencia lo material, el éxito personal y el dinero que se posea las personas son números y hay personas que valen mucho menos que otras, hasta mucho menos que una maquinaria pesada, que una bala, que un fertilizante.

    Me dieron ganas de vomitar…

    Un abrazo grande.

    HologramaBlanco

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. en el blog cuestiones de teologia -bluEs se hace eco del final del tema RD y recupera las imagenes de los comunicados borrados con sus comentarios, del donde dije digo ahora Diego. Porque hay palabras retractadas ahora que se dijeron. A.L.

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  13. Yo creo que en el fondo de todo el mal subyace el egoísmo. Simone Weil le llamaba muy bien llamado la gravedad y la gracia. Tenemos una gravedad necesaria, imprescindible para sobrevivir como animalicos que somos, pero la gracia es lo que realmente nos hace humanos, y la gracia, aparte de que pueda ser un don, es una conquista, en el sentido de que se trabaja más allá del egoísmo, que puede ser social o individual. Claro que es difícil abandonar la cooperación con el mal, porque quizás buscamos acomodar de algún modo nuestro egoismo a nuestra generosidad y esto es difícil de verdad.Creo que no me estoy explicando muy bien, pero es que si no avanzamos contra el mal nos come la inercia, que es la principal baza del sistema. Pero siempre me hace gracia lo del sistema, porque resulta que el sistema somos nosotros, es nuestra creación, hecho por nuestra inercia, por nuestra gravedad, por nuestro egoísmo. La tibieza, la tibieza, es peor incluso que la maldad. Yo no llevo diamantes, es cierto, pero tampoco voy más allá de eso, y no puedo decir si los llevaría si estuviera en mi mano llevarlos o si estuviera en mi tradición familiar. Conforme somos egoístas, encontramos razones muy válidas para justificarnos.

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  14. Edgardo y Clares la densidad de vuestros comentarios "me obligan" a dejarlos tal como los habéis puesto, quiero decir, sin entrar a re-comentar. Dadme un poco de tiempo y volveré sobre el tema, porque yo sí creo que no es tan difícil verse liberado de esa rueda ciega del destino fatal (o rueda fatal del destino ciego): el mal es malo, y feo, y repugnante, y es bastante fácil estar libre de cooperar con él.

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  15. He entrado en este blog, que me ha parecido estupendo. Y he buscado, sin encontrar, un enlace en el que ponga "autor". Sospecho que te llamas Miguel Angel. No sé si debo pedirte perdón por no acabar de identificarte. En todo caso, mi enhorabuena por esta página tan estupenda.

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