Solo una vez me ha ocurrido, y es terrible.
“Paciencia, hija, es tu marido. Aguanta, y que Dios te ayude”. Eso dicen que escuchaban cuando accedían al confesonario.
“Es tu marido. Y algo malo habrás hecho. Espera y verás cómo las cosas se van solucionando. Además, están los niños…”. Dicen que les decían sus padres, cuando a ellos acudían en busca de refugio y protección.
“Él tiene el derecho de su parte y usted no puede marcharse de casa. En todo caso, si las cosas llegan a mayores, la ley tratará de protegerla”. Dicen también que así respondían los jueces y las autoridades correspondientes cuando llegaba el asunto hasta allá arriba.
Aquellos tiempos no son estos tiempos, han cambiado muchas cosas.
Hoy acaba de morir la víctima número 50 en lo que va de año, a manos de su “compañero”, en la intimidad de su hogar.
“Paciencia, hija, es tu marido. Aguanta, y que Dios te ayude”. Eso dicen que escuchaban cuando accedían al confesonario.
“Es tu marido. Y algo malo habrás hecho. Espera y verás cómo las cosas se van solucionando. Además, están los niños…”. Dicen que les decían sus padres, cuando a ellos acudían en busca de refugio y protección.
“Él tiene el derecho de su parte y usted no puede marcharse de casa. En todo caso, si las cosas llegan a mayores, la ley tratará de protegerla”. Dicen también que así respondían los jueces y las autoridades correspondientes cuando llegaba el asunto hasta allá arriba.
Aquellos tiempos no son estos tiempos, han cambiado muchas cosas.
Hoy acaba de morir la víctima número 50 en lo que va de año, a manos de su “compañero”, en la intimidad de su hogar.
¡¡¡No a la violencia machista!!!
¡¡¡No al silencio cómplice!!!
¡¡¡Tolerancia 0 ante la violencia de género!!!
¡PARAR LA VIOLENCIA Y REPARAR EL DAÑO!
ResponderEliminarBueno, Miguel Ángel, ya llevas tres en un día. Veo que este tema te preocupa, como nos preocupa a todas las personas con una conciencia y una sensibilidad. Es cierto lo que dices que decían, es de libro, vamos. Es mentalidad social, que supongo que en algo habrá cambiado, cuando hoy podemos decir alto y fuerte lo que tú dices al final de tu post. En nombre de todas las mujeres, gracias.
ResponderEliminarDesgraciadamente este tema me preocupa y también me ocupa. Desde mi parroquia hemos intervenido en bastantes situaciones de violencia de género.
ResponderEliminarHemos podido vivir de cerca el terror de familias enteras, pero por supuesto y especialmente de mujeres y menores.
Decir de esto que es terrible es decir poco.
Y, de momento, no acaba, ni tiene visos de hacerlo: http://www.nortecastilla.es/20091126/valladolid/policia-municipal-levanta-cada-20091126.html
ResponderEliminarMientras no cambie la sociedad que lo hace posible y lo alimenta, NO a la violencia, de cualquier tipo, sin exclusiones.
ResponderEliminarGracias, Miguel Ángel, por lo que dices. Las frases que transcribes son el reflejo de lo que está AHÍ ADENTRO DE LAS GENTES, ahi donde sólo el sujeto puede entrar y decidir cambiar. Habrá que insistir y volver a insistir hasta que los componentes de esta sociedad muten sus neuronas y lleguen a la convicción personal, no impuesta, de que la persona es persona, sea hombre o sea mujer, y que no hay nadie superior ni inferior, nadie con más derechos y nadie con menos derechos, todos y todas con la obligación de respetar y el derecho a ser respetadas.
ResponderEliminar¡Tan simple y tan difícil de conseguir!