Santa Teresa de Jesús se lo merecía

Ayer tarde fui testigo privilegiado de un pequeño homenaje a Santa Teresa de Jesús, Teresa de Cepeda y Ahumada, la de Ávila.

Esta mujer fundó un convento en Valladolid, allá por el año 1568, un 10 de agosto. Utilizó para ello una finca que le donaba un señor muy importante, Bernardino de Mendoza, como a un cuarto de legua de la ciudad y junto al río.

Sobre el papel, a la que después fue declarada santa y doctora de la Iglesia, le pareció buen sitio. Pero cuando llegó a habitarlo con sus monjas y el novicio Juan de la Cruz (de qué cosas más interesantes se entera uno, ¡San Juan de la Cruz fue novicio de Santa Teresa de Jesús!), comprobó que era lugar insano por las pestilencias del río. Cómo sería que todas ellas enfermaron de paludismo.

En vista de lo cual removió su fundación a otra parte, más arriba de la villa, en lo que hoy se conoce como Rondilla de Santa Teresa.

El caso es que un grupo de ciudadanos y ciudadanas, autodenominado Asociación Vallisoletana de Heráldica y Genealogía "Raíces", que preside (y valga la redundancia) Presencio Revilla, don Vicente, ha promovido la colocación de una estatua en su honor en el primer lugar donde se aposentaron, hoy conocido como el barrio "Cuatro de marzo".

Con la asistencia de autoridades varias y un grupo de invitados y simpatizantes, y también de curiosos enterados, se inauguró dicha estatua.

Discursearon: primero Félix López Zarzuelo, administrador diocesano (estamos sin ordinario del lugar), bendiciendo; luego el historiador y teólogo carmelita Teófanes Egido, centrando el momento; a continuación la escultora, Carmen Tablada, valorando el cariño que ha puesto en su obra; y finalmente la concejala teniente de alcalde, Mercedes Cantalapiedra, rubricando el amor de Valladolid por Santa Teresa.

Yo, asistente por invitación de la escultora, feligresa de mi parroquia y amiga, doy fe y levanto acta, con fotografías incluidas.



Santa Teresa se lo merecía, y también era merecedora de este detalle la zona de Valladolid que está en la parte sur, que carecía hasta ahora de estas cosas que recuerdan nuestra historia, y que nos hablan de personas y personajes que pisaron la misma tierra que nosotros pisamos ahora.

    
    
    
Pues, eso.

5 comentarios:

  1. Y va de Teresas...Hace sólo unos días que, con Laura, hablábamos de esta Teresa, la de Ávila, de su vida contemplativa entre pucheros y fogones...

    Últimamente "alguien está conectado con alguien" que diría Gila. Por algo será.

    Besos.

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  2. Me alegro, y además se merece mucho más. No digo que esté olvidada, pero, para mí, que soy del mundo de las letras y considero que es una escritora excelente y excelsa, considero que no es lo bastante leída actualmente. Eso aparte de su santidad, claro. Qué mujer tan excepcional, tan especial, tan sensible, qué ejemplar humano de los que nos honran y nos salvan de tanto mendrugo que ha dado la historia.

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  3. No existe la casualidad, hablaba con Julia de Santa Teresa, ligando su nombre al de Teresa Forcades.
    Santa Teresa, ahora Santa y Doctora de la Iglesia, en su tiempo fue cuestionada hasta por su confesor, perseguida durante mas de tres años, cuestionadas sus visiones místicas por Prelados de la Iglesia, por Médicos. Tan solo podía compartir su experiencia mística con su antiguo novicio San Juan de la Cruz, va caminando a buscarle y San Juan que ya había sentido el arrebato místico, se encuentra con su hermana y tan solo con la mirada se funden en la unidad de Dios, en su totalidad.
    A pesar de su mala salud, era incansable, estaba dotada, dicen sus biografías, de una extraordinaria intuición sobre todo en lo referente a la elección de sus novicias, las elegía por su inteligencia, no por su piedad, ella decía que no quería monjas tontas ni sumisas, que las demás virtudes ya las alcanzarían. También cuentan que tenía un ego muy potente y que precisamente la paciencia consigo misma para trascenderlo le acerco a su Amado.

    Admiro, no solo su vida sino también sus escritos y sobre todo su poesía mística ,por supuesto también los de San Juan de la Cruz.

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  4. Clares, me alegro que una persona, tan instruida como tu hagas ese comentario, los biógrafos de Santa Teresa cuentan que era casi analfabeta, que sabía las cuatro reglas que le enseño su madre de cuando chica, su madre murió siendo ella joven, y adoptó a la Virgen como su madre; por eso los pintores la plasman con una paloma, el Espíritu Santo, mientras escribe como si estuviera tomando dictado de lo que su Alma sentía. Un saludo Laura.

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  5. Hola...

    Vengo de casa de Mª Luisa, al leer tu comentario tan extraordinario me lleno de curiosidad y por ello paso a visitarte..

    Santa Teresa.. una mujer digna de admiración..

    Un saludo sincero

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