Una de cine

Estamos de fiestas en La Cañada. Y hoy tenemos cine. Pero, oye, no una película y para casa, no. Nosotros tenemos categoría. Hemos llamado a Pedro, para que nos dé una auténtica sesión de "gourmets". Oye, cosa fina.
Así que Pedro se presenta con la cosa seleccionada, como acostumbra. Y empieza su disertación, como debe ser, por el principio.
Y el principio es que me pide que le presente, así que yo voy y le presento.
Presentación de Pedro Sainz Guerra en la velada de cine de las Fiestas de La Cañada del año 2009. 16 de Julio, 21:30 horas.
Me piden que presente a Pedro y yo, que en esto soy novato, tengo que decidirme entre varias formas de hacerlo: larga, media, corta o mini. Y todo ello tratando de ser comedido y centrándome en lo que se me pide.
+ Si escogiera la forma larga, tendría que hablar de nuestros principios y de nuestra historia como barrio de La Cañada. Porque Pedro estuvo allí, cuando no había casi luz, ni asfalto, ni casi espacio; pero sí había gente que, no se sabe cómo, entraba en tan reducido sitio. La pequeña escuela del 201 del Paseo de Zorrilla fue el primer cinematógrafo del barrio. Y estamos hablando de cine. Y habría mucho que hablar, de cine, de La Cañada y de Pedro. Y de otra mucha gente más. Y, por supuesto de cine en la escuela, cine en la calle y cine hasta en la capilla, que ni entonces era parroquial, ni estaba en el mismo barrio.
+ Si me decidiera por la forma media de presentarlo, tendría que resumir un poco la historia, y diría que en la calle Cárcel Corona vivía alguien, que me fue recomendado por gente amiga de Pilarica, que se dedicaba a poner pelis y a explicar y hasta jugar con los fotogramas, por los barrios de la ciudad, para pequeños y grandes. Y primero con un Simca-1000, y luego con un R-6, este menda iba a buscarlo y a devolverlo. Y en el entreacto él nos divertía y nos enseñaba cómo empezó eso del cine, y se alargaba en demasía explicando y deleitando a toda la concurrencia, que no tenía entonces otra cosa mejor que hacer. Fiestas y menos fiestas él las amenizó.
+ Si tuviera que hacerlo en corto diría que aquí está Pedro Sainz Guerra, entonces del “Colectivo Imagen”, hoy dibujante del El Norte de Castilla, casado, padre de familia, vecino de Parquesol en la calle Juan de Valladolid, que sabe mucho de cine, que disfruta proyectando, explicando, dialogando, enseñando y hasta jugando; que el séptimo arte da para mucho-mucho, y más si está de su mano.
+ En forma mini, finalmente, sería así: Aquí Pedro, aquí unos amigos. Vamos a hablar de cine.
Y entonces él va y toma la palabra, y desde Edison coge el hilo y no lo suelta hasta llegar al the end. Y esto es más o menos lo que nos ofreció, como ya queda dicho en imágenes y palabras, muchas imágenes y mucha palabra, porque Pedro es que no para. Sus palabras no las he podido poner, que me olvidé de la grabadora; pero de sus imágenes aquí hay una pequeña muestra, muy flojitas de calidad, porque servidor de esto sabe más bien poco, pero, para hacerse una idea de cómo fue, tienen un pasar:


Pedro, el profesor, y la concurrencia


Más concurrencia, y Pedro ya entrando en faena de auténtico maquinista





Escena de los Hermanos Lumiére

Escenas de "Viaje a través de lo imposible"



Pedro y la concurrencia, perfectamente sintonizados







Escenas de "El bostezador"


Escenas de "Charlot en la calle de la Paz"




Escenas de "Ojo por ojo"



Y fueron felices y comieron perdices…

[Una auténtica pena que nos diera la papela explicativa al final, en lugar de al principio. Nos habríamos hecho una idea más completa de lo que íbamos a visionar. Pero es que Pedro es así.
Y también los de la organización, pobrecitos, que estaban desmayadicos: toda la tarde preparando y realizando los juegos infantiles… Tampoco éstos pudieron hacer mucho más. Habrá que recordarles eso de ¡programa, programa, programa!, que decía el otro. Si lo hubieran pensado mejor, habrían descongestionado un día demasiado recargado, máxime cuanto todo todito todo depende de las poquitas personas que suelen estar activas en las pequeñas asociaciones. ¡Qué tiempos aquellos en los que hasta nos dábamos con los codos porque éramos muchos para hacer lo poquito que entonces se hacía! ¿O era mucho? ¡En fin, no quiero ponerme transcendental!
¡Es que me entra una congoja y una ternura cuando pienso en los principios…!]

6 comentarios:

  1. Todos los principios están llenos de entusiasmo, parece que la gente esté enamorada, transida, encantada. Incluso los principios del cine debieron de ser así. Qué bien este post, menuda lección de cine os dio Pedro. Si ya me parece que lo conozco y todo. Que disfrutes mucho de las fiestas con todo el vecindario, que se ve muy agradable.

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  2. MUY INTERESANTE TODO ESTO LA VERDAD QUE ESTO DEL CINE EMOCIONA MUCHO.. ESPERO QUE TE VALLA BIEN

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  3. Clares, es que aquí se está hablando de dos principios: el del cine y también el de un barrio, La Cañada, que ahora está en fiestas.
    Y Pedro intervino algo en ello, en las dos cosas. Le traje por aquí hace 30 años para poner cine en la calle, único lugar donde se podía caber en aquella época y en este lugar. Proyectó “El maquinista de la General” en una noche de agosto del 79. Luego ha vuelto más veces, ya en interior, todos y todas apretados y apretadas, viendo fotogramas y también haciendo juego con transparencias y siluetas; Pedro es mucho Pedro; como él dice, sus hermanos se promocionaron mientras que él sólo sabe de cine. Pero no es cierto, es que él es muy humilde.

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  4. Querido Miguel Ángel,
    Si pareces Santa Teresa :
    "Vives en un sin vivir" Ya se que la santa no dijo eso, pero es que llegas a todo....
    Me alegra mucho que hayas disfrutado con tantas actividades.
    Miguel Ángel, el monologo contigo mismo en la presentación de Pedro ¡GENIAL!
    ¡Si es que vales......!
    ¡Bueno y Pedro, no te digo...!

    Un besico.

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  5. María Luisa, qué cosas me dices y con qué alturas me comparas. Nada de éso, todo mucho más llano y más simple. Gente sana disfrutando con cosas bien sencillas. La lección de cine fue genial, y sobre todo las señoras salieron encantadas. Y es que Pedro sabe ponerse a nivel y hacer ver que lo complicado también puede ser explicado, y entendido.
    Con él el séptimo arte es arte; y el arte deleita, especialmente si te llevan de la mano y hacen descubrir cómo y para qué, dónde y cuándo, con qué y cuánto cuesta, que a simple vista no se ve. Pedro sabe la manera de, no decirlo él sino, hacértelo decir a ti. Y esto también es arte.
    Un artista, el Pedro.
    Gracias por el besico, me ha sabido a miel del Somontano. Los que por aquí son mucho más desaboridos, pero para allá te mando un montón…

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  6. ¡Qué guay del paraguay! Mola mazo esa clase de cine tan a mano…

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