No ha sido tiempo perdido


He estado trabajando, y Codorniz también ha estado a lo suyo, poniendo huevos. Ya está en el número veinte. Cuando alcance la segunda docena, pongo la foto.
Ahora estoy con otra cosa. Esto es que hace unos años encontré unas fotos de habitaciones donde duermen niños. Me interesó y lo comenté con ilustración gráfica incluida.
El domingo pasado, pensando cómo hablar a mis muchachas y muchachos de la situación mundial respecto a la riqueza y la pobreza, la abundancia y la escasez, la hartura y el hambre, el variado pelaje que nos gastamos los seres humanos respecto del uso y abuso que hacemos unos y de la carencia brutal que padecen otros, me acordé de aquel escrito, y volví a releerlo.
Cogí el libro entero, Where Children Sleep, y lo he estado traduciendo y formateando para comentarlo en catequesis en la próxima reunión.
Contento y satisfecho del resultado, ofrezco su contemplación, que espero sirva también para una, al menos relativa, reflexión. Y si a alguien le aprovecha para la conversión… sería yo entonces merecedor de un premio gordo a la constancia y la cabezonería.
Obvio resulta decir que este material está sujeto a las leyes que regulan los derechos de propiedad. Si se me avisa de que esto no se me consiente, lo borro y callo. En caso contrario, agradeceré el detalle y lo mantendré a la vista.

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