La paz, un tema recurrente



En una fabulita decía el poeta cartagenero: “Viva la paz, viva la paz”/Así trinaba alegremente un colibrí/ sentimental, sencillo/ de flor en flor…/ Y el pobre pajarillo/ trinaba tan feliz sobre un anillo/ feroz de una culebra mapaná. / Mientras en un papayo/ reía gravemente un guacamayo/ bisojo y medio cínico: /-¡Cuá cuá!”. El ácido humorismo del Tuerto López  pareciera aplicar sus versos al venenoso tiempo de hoy, la era de la incertidumbre y ambigüedad santista, teñida de la concentración del poder en la fronda seudoaristocrática bogotana, el “rolismo” especulador y la superioridad paramuna de las castas derivadas de la antigua colonia española “ñola”.
Así comienza un artículo, pillado en Internet y de fecha 13/6/2012. Y además he encontrado en los books de google un libro de 1994 titulado Educar para la paz: una propuesta posible.
No es demasiado para empezar a hablar de la paz en este su día, uno de enero. Pero es lo que toca. Y por si hiciera falta un empujón, aquí viene papa Francisco esta misma mañana: «¡Siempre es posible la paz! Debemos buscarla.»
La noticia, sin embargo, de la muerte de 36 universitarios en una avalancha provocada por la aparición de unas papelas que semejaban billetes de cien dólares en un lugar de este planeta, nos recuerda cuál sea nuestra condición. Es un tema harto difícil, por más que volvamos sobre él un año y otro año: la paz es un imposible, que aún así nos reta para que la consigamos.
Encontrarla, construirla, suena contradictorio. ¡Y qué otra cosa sea para quienes estamos estructurados en la agresión y la defensa desde lo más nuclear de nuestra naturaleza!
Precisamente porque ese es nuestro natural, no dejamos de suspirar por la paz, tampoco de hacernos la guerra. Razones para una y otra nunca faltan, ni faltarán.
Está muy bien decir «La oración es precisamente la raíz de la paz. La paz es siempre posible. Y nuestra oración, está en la raíz de la paz. La oración hace germinar la paz» (en el Ángelus de hoy en la Plaza de San Pedro). Pero, ¿qué otra cosa hace el embozado que nos amenaza con una plegaria en la boca y mortíferas armas en las manos?
Haremos caso y oraremos por la paz. Más aún: trataremos de encontrarla. Incluso decididamente nos pondremos a construirla. Un año por delante puede ser insuficiente, aunque todo se verá. Pero una sola cosa digo: O estamos todos a una, o no va a resultar. Ya lo aviso. Luego no venga nadie diciendo mucho prometer, mucho prometer.

5 comentarios:

  1. Mi querido Miguel Ángel, haremos lo posible para vivir en paz, con nosotros mismos y con los demás .
    ¡Feliz año NUEVOOOOOOO!
    María Luisa

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  2. Te deseo que en este año 2015:

    ...... "se transformen tus ilusiones y deseos en realidades, sin que se apague la llama de la esperanza;

    que te animes a volar alto como el águila, a sostenerte como un árbol y a iluminarte como una estrella "......

    A ti y seres queridos mi mas apreciado recuerdo, con las energías mas positivas que existan de bonanza.

    Cariños

    Martha

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  3. Estoy convencido de que tú, María Luisa, no te vas a quedar de brazos cruzados ante un asunto tan importante. De modo que a poco que hagamos los demás, la cosa está encarrilada.
    Feliz año nuevo, y que difrutes de los paisajes de tu tierra, aunque ya no la pasees con tu "Rover".

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  4. Martha: Agradezco tus buenos deseos sobre mi persona. También yo pido para ti una bendición total en el año que comienza.

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  5. Miguel Angel Feliz Año Nuevo para todo y que la Paz sea mas real cada dia.
    Un Abrazo.

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