Buscando huesos del pasado


No consigo dar con un medio de comunicación que no comente esto de los huesos de Cervantes. Tal parece que interesa mucho más dónde fue enterrado que leerlo. ¿Será que tratan de llevarnos en peregrinación a su tumba?
Con el Quijote pasa casi como con la Biblia. Todo el mundo ha oído hablar de ellos, en cierta ocasión los ha tenido en sus manos, quién no se sabe de memoria alguna frase, pero qué poquita gente los tiene en su casa. Como ya no pasan los visitadores ofreciéndonos lujosas versiones encuadernadas en piel y con canto dorado… Ese oficio en desuso seguro que se revitalizaría organizando excursiones a las trinitarias para ver cómo más de treinta personas se afanan entre cascotes y trozos de mortaja por dar con la pepita de oro.
Cuando la encuentren, los de Madrid España tendrán asegurado el negocio del siglo.

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