Dialoguemos, ¿dices?




Empieza por intentar ponerte a nivel, y no me fuerces desde tu alta posición y tu lejana distancia. Abájate y acércate, pues, un poco siquiera.
Trae tu verdad, sí, pero no rechaces la mía.
Aprende a conjugar el verbo escuchar. Y de paso también estos otros: mirar, sentir, atender, comprender, reconocer, compadecer…
No te olvides de tu historia, pero déjame que yo tampoco aparque en un rincón la mía.
Revístete de humildad, eres uno más de entre otros muchos. Estás en franca minoría.
Si apelas a noblezas y títulos de postín, prepárate, deberás soportar que la riqueza ajena ponga en evidencia tus exiguas credenciales.
Sé sincero, también tú comiste cebollas en Egipto. ¡Y cuánto las echaste en falta en momentos muy concretos!
¿Te ríes de mí porque voy en taparrabos? Mírate en el espejo de tu cuarto de aseo, tu ropaje se transparenta.
No intentes dar lecciones, no lo sabes todo.
No te agarres al derecho, es simple letra escrita en piedra. El viento, la lluvia, el sol, y hasta las heladas trabajan en su contra. Terminará por borrarse.
Deja de mirar hacia tu cielo. Este suelo que pisas es lo que tú y yo compartimos. Aprovechémoslo.

Esto que ni es decálogo ni es ná, ha resultado de un ensimismamiento en que he estado sumido durante la tarde de ayer y parte de la mañana de hoy –la noche no, que es sólo para dormir y descansar– tras un intento de dialogar acerca del diálogo precisamente. No parece que llegáramos a ningún sitio. Y no es que hubiera mala voluntad; simplemente no reconocíamos dónde estaba cada quien.
Afirmo y proclamo que soy muy mío. Cabezota, mucho. Displicente, bastante. Rencoroso, casi nada o nada en absoluto. Y sin embargo, tengo una memoria bastante trabajada; fue producto de un tipo de enseñanza que ponía demasiado acento en aprenderse cosas para luego recitarlas de carrerilla. Nunca me gustó, pero tuve que aguantarme.
Sí, ya sé que eso pertenece a otros tiempos.

2 comentarios:

  1. "Tu suelo y mi suelo son el mismo suelo", ya lo decía un místico sobre el siglo XI, ¿ no?, no recuerdo el nombre.
    Pisamos el mismo suelo solo que unos gastamos zapatos y otros van descalzos. Dialoguemos ¿dices?, bien... pongámonos zapatos todos o descalcémonos todos...como bien dices... a un mismo nivel. Hablemos ahora.

    Besos

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  2. Dejo el enlace (copiar y pegar hasta que aprenda a ponerlo bien-sigo sin saber-) de lo que nos explica alguien que sabe de lo que habla por su profesión y dedicación. Pretende contestar a la pregunta de Mafalda. Estamos en una encrucijada, un final de era y no será fácil soportar las consecuencias.

    http://www.lasexta.com/videos-online/programas/en-el-aire/eudald-carbonell-habla-buenafuente-aire_2014022800032.html

    Besos

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