San Valentín de Termi con sus discípulos |
Geoffrey Chaucer,
autor de los Cuentos de Canterbury, es al parecer el poeta inglés más
importante de la Edad Media. Alquimista y astrónomo, es también posiblemente el
origen de la leyenda de San Valentín.
Esto es que en tiempos del imperio
romano, Marco Aurelio Claudio Gótico, Claudio II, gobernó Roma entre los años
268 y 270. Apenas dos años, pero eso no excusó que lo divinizaran al morir.
Antes de eso mantuvo
guerras con todos sus vecinos: “alamanes” (o alemanes), godos y galos. Tanta lucha le forzó
a tener esforzados guerreros, que no perdieran el tiempo y las fuerzas en
tontás y bobás. Así que decidió que ninguno de ellos contrajera matrimonio, que
es una bagatela y una distracción.
El presbítero
Valentín, piadoso donde los hubiere, buscaba a los pobres soldaditos
emparejados y, en secreto para que Claudio II no se disgustara, los casaba como
Dios manda. Apercibido el emperador, mandó martirizarlo el día 14 de febrero de
289.
Las Lupercales eran
unas fiestas paganas de la fertilidad, que tienen toda la impresión de proceder
de los mismísimos Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Las mujeres, con tal
motivo, el día 15 de febrero, recibían zurriagazos inmisericordes para que, sobre
sus cuerpos amoratados, la diosa Luperca, -un alias del dios Pan
Liceo o Pan Luperco– derramara la gracia de procrear.
En el año de gracia
494, el papa Gelasio I prohibió y condenó tamaña “enormidad”, cristianizándola
con la fiesta del día 14, en honor de San Valentín.
Restos de aquello,
sin embargo, perduran, siendo asumida la procesión de antorchas por la fiesta
de la presentación del 2 de febrero. De lo demás, ritos de fertilidad,
reuniones a la luz de la luna, paseos y carreras por los bosques, que abundan
por doquier, hay donde encontrar referencias.
Cirilo y Metodio Kiril i Metodii (transliterado del macedonio Свети Кирил и Методиј) |
No obstante, entre la
historia y la invención, lo que ha llegado hasta nuestros días no tiene la
consistencia suficiente como para haber borrado del mapa a unos señores santos,
los hermanos Cirilo y Metodio, patronos de Europa entre otras rarezas.
Realizaron una gran labor de “culturalización” (me gusta más que la correcta culturización) en unas regiones apartadas de
Europa en una época muy confusa, y no me cabe ninguna duda de que están en el
origen del principio de lo que hoy conocemos como continente europeo.
En sus muchas
correrías apostólicas pronto se dieron cuenta de que la mayor dificultad para
entenderse entre sí era el idioma. Por ello Cirilo y Metodio que conocían muy
bien el latín y el eslavo decidieron hacer una lengua escrita con el alfabeto
propio, llamado cirílico, para aquel enjambre de idiomas o dialectos que
encontraban a su paso. Pronto traducen a este nuevo idioma o escritura la
liturgia de la Iglesia y éste fue un gran paso en su terreno misionero, ya que
todos los convertidos podían enterarse con claridad de cuanto en la liturgia oraban.
Como dice el profesor Antonio
Piñero, “a ellos se debe la creación de un nuevo alfabeto, el glagolítico, y la
complección de la traducción de la Biblia a la lengua de los eslavos
occidentales. Como ocurrió con La King James Version al inglés, o la traducción
de Martín Lutero y colegas al alemán, esta versión bíblica moldeó
literariamente la lengua eslava occidental. La posesión de la Biblia y su
difusión supuso la cristianización más profunda de esas regiones con sus
inmensas consecuencias históricas”.
Unidad en medio de la
diversidad, eso es lo guay. Lo cual que también mola que papa Francisco se haya
reunido con cuarenta mil personas emparejadas, o sea novios y novias, porque el
amor une mucho más que maroma de barco, como quiere decir ese chascarrillo que
no me atrevo a reproducir en este medio.
Ojala tal unión sea
fértil y duradera. No en balde hunde sus raíces en tradiciones tan antiguas y
tan difíciles de erradicar.
[Se me olvidaba decir que hoy, 14 de febrero, la Iglesia celebra a los Santos Cirilo y Custodio en la liturgia en primer lugar;
San Valentín no sé qué puesto ocupa.]
San Valentín no sé qué puesto ocupa.]
Qué interesante y qué curioso todo. Cuánto sabes, Míguel. Eres un hombre ilustrado. O por lo menos sabes dónde encontrar lo que necesitas saber y hacernos partícipes a los demás. Así que, por eso, gracias.
ResponderEliminarBesos
He vuelto la mirada hacia atrás y veo que no te había respondido. Como ves, algo tarde.
ResponderEliminarTodo es curioso. Y con ayudas las cosas salen mejor. A veces la información está desparramada por muchos sitios y hay que ir cogiendo granito a granito para que el saco se llene. En este caso no ha sido nada difícil.
Besos