Me obligan a recordar por qué inicié
este blog hace casi seis años, y lo hacen repitiendo la jugada. Ahora se trata
de celebrar el 50º aniversario de la salida del colegio. No me pregunté la
razón de cuantificar entonces el motivo en cuarenta y cuatro, tampoco lo hago
ahora que es cifra más redonda. En todo caso no es exacta en ambos casos,
puesto que yo dejé aquel colegio mucho antes, exactamente en primero de
bachillerato, o sea hace cincuenta y seis abriles. Y digo abriles, como podía
decir junios o febreros.
No estoy porque tampoco estuve |
Como la primera vez, en esta segunda
vuelvo a ser el invitado que no puede excusarse. Empieza la convocatoria con
una Eucaristía, y soy el único. Así que sobre este particular nada más que
añadir.
El resto me temo que vuelva a ser
más de lo mismo. O sea, repe. Y entonces no me petó. ¿Será ahora de otra forma?
Aprovecho que tengo tiempo por
delante para pensarme las cosas, mucho más que hace seis años. Y no, no espero
nada de Internet, ya lo dije entonces y lo repito ahora.
De quien sí espero noticias es de
los organizadores. Voy a estar en vela por si se les ocurre aparecer.
Enhorabuena por tu fidelidad.
ResponderEliminarPara no haber escrito nada antes, hay qué ver lo bien que lo haces, y algunos días nos ofreces sesión doble o triple, según los casos.
Míguel aguantas muy bien todo, porque lidias has tenido unas cuantas y ¡hay qué ver que bien has terminado la faena!, continúas fiel a ti mismo y a tus escritos. Nos cuentas tus cosas y sabemos de tus habilidades para las "chapuzas", los paseos con tus queridos perros y un montón de cosas mas.
Te presento mis respetos, esos que se tienen por los maestros que te enseñan la sencillez del día a día, sin charangas pero sin amilanarse ante las dificultades.
Gracias por estar, por mantenerte y por mantener con honor y dignidad lo que haces.
Un abrazo amigo. ¡ Y a continuar !
Gracias, amiga, eres un cielo.
ResponderEliminarSimplemente me comporto como un animal de costumbres; una vez que inicio una rutina me cuesta menos seguir con ella que romperla. Pero eso no supone ninguna habilidad, tal vez simpleza más que sencillez y mis chapuzas nada que ver con los primores que la gente que sabe hace.
Acepto tus respetos porque te lo mereces, Laura, no porque sea maestro de algo. Y por supuesto que continuaré. ¿Cómo iba a quedarme sin tus comentarios?
Un beso
Ja, ja, ja, ...¡ lo ves como eres un maestro de la amabilidad y la sencillez !
ResponderEliminar¡Ay, la amistad qué grande es y cuantas gracias tenemos que dar por tener amigos con solera!.
Besos