Con la Biblia en el Congreso


¡Juan uno siete!

En ese momento el señor Rubalcaba acababa de hablar y el señor Rajoy le estaba replicando. Ni corto ni perezoso el presidente soltó “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, Juan uno siete”. Me llamó la atención, porque esa forma de citar me chirrió. Ni es 1,7 (Prólogo del evangelio de Juan) ni es 17 (La oración sacerdotal). La cita correcta es 8, 7 (La mujer adúltera). Pero seguí dándole a las sopas de ajo, hoy tocaban.
Ahora, justo hace un ratito, me he enterado de que en esta sesión parlamentaria casi todo el mundo ha llegado al trabajo con la Biblia en la cartera, o debajo del sobaco.
En efecto, esta ha sido la relación de frases y citas bíblicas, exactas o aproximadas que han sonado en la enorme sala:
Alfredo Pérez Rubalcaba, con una fallida –en primera instancia– referencia a la cita evangélica “Una palabra tuya bastará para sanarme”. Antes dijo algo así como “una palabra mía bastará para sanarte”.
Más tarde insistió con la temática diciendo: “A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César”. Esto supongo que lo diría para justificarse no ser su compañero José Bono, pero no podría asegurarlo.
Rosa Díez, portavoz de UPyD, terció en el debate antes de que tomara dimensiones realmente “bíblicas”, y resumió la política económica del Gobierno con una cita del evangelio de Mateo: “Al que tiene le será dado y tendrá más, y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”.
Joan Coscubiela también ha querido sumarse a la fiesta de los términos evangélicos. El diputado ha acusado Rajoy y al resto del Gobierno de ser los “fariseos del siglo XXI”.
Josep Sánchez Llibre, ha respondido a Rajoy que la “cacareada” recuperación económica se quedará en una mera mejora de indicadores que convivirá con el “desaliento” de empresas y familias si sigue sin fluir el crédito y, como no, también le ha hablado en términos evangélicos al animarle a “poner la primera piedra”.
Ahora mismito ya no sé cómo seguir porque la sexta está tocándolo en el programa En el aire, y Andreu lo está haciendo muy bien. No quiero ser su competencia, de modo que lo dejo aquí.
Pero como aún me queda tinta en el tintero, voy a aprovecharla antes de que se seque. Estas frases son harto conocidas y no hace falta frecuentar iglesias para haberlas escuchado alguna vez y poder repetirlas al poco más o menos, o letra por letra tal cual el original.
Lo que a mí me dejó con la cabeza alta, y la boca quieta, mientras la tenía llena a rebosar de sopas, fue la decisión y firmeza con que el señor presidente del gobierno y líder del bando de la derecha según se mira, don Mariano Rajoy Brey, afirmó el juan uno siete con que rubricó su cita evangélica. Mi madre, dije, qué tío, qué seguridad, qué aplomo.
Como todo lo que diga tenga la misma consistencia, no importa que sea verdad o mentira; basta que lo exprese tal como yo lo vi a través del televisor mientras comía.
Lo ha dicho Rajoy, entonces “va a misa”. [No diré “palabra de dios”, porque ni siquiera en minúscula me suena. Uno que es tiquismiquis].

1 comentario:

  1. Pues ahí los tienes, diciendo mentiras y engaños con tal contundencia, ¡qué el personal se lo cree a pies juntillas!.

    Decían ayer en la sexta que el congreso se había convertido en un púlpito desde el que cada cual hacía su lectura del evangelio según le venía en gana, pues tienen razón.
    Ultimamente en la tribuna veo la misma imagen que tenía en mi infancia , cuando en el colegio de monjas y desde el púlpito nos daba el sacerdote el sermón, los términos eran distintos pero el tono , ¡¡ay, el tono!!, idéntico. Y luego ves películas de las del oeste americano y los charlatanes y predicadores de aquellos tiempos, ¡¡oyyyye y el mismo tono !!.

    Si es que hay cosas ¡ qué las tenemos incorporadas en el ADN!
    ¡ Cómo han cerrado canal9- cada día ponían una peli del oeste y los domingos la misa- lo echamos de menos! .

    Puessss-diría Rajoy-teneísssss para rato.

    Una brazo

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