Facundo Cabral sigue vivo



No me importa que me retiren el vídeo suyo, con su voz y su «no estás deprimido…». No me importa que tenga mi cuenta en youtube seriamente dañada por culpa de los derechos de copia. No me importa que primen más los dineros que las palabras, el negocio que el ocio, la utilidad que la belleza.
Tengo su disertación entera colocada en mi cabecera. Y ahí seguirá hasta que también bloguer me amenace con cerrar este blog.
Entonces, imprimiré todo y lo guardaré en mi casa. Y a partir de ese momento me distraeré sin dejarme deprimir.

3 comentarios:

  1. ¿A qué viene este tono de derrotado? ¿Por qué crees que te querrían cerrar el blog? Venga, Míguel, pues si este es el efecto que te hace escuchar/leer a Facundo Cabral parece que no ha surtido efecto "...no estás deprimido..." . Que no se atrevan los de bloguer a decirte ni pío, hasta ahí podíamos llegar.

    Tranquilo amigo, todo pasará, esto también pasará y las cosas volverán a ser como eran.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Claro que vuelven a ser como siempre han sido, Julia. Encontrar un oasis en medio del desierto no supone que desaparezca la aridez ni la arena infinitas. Al final resulta que todo sigue igual; es lo que llamo "la terca realidad".
    Alguien se acuerda ahora de que Facundo Cabral puede reportar pingües beneficios, y hace valer sus derechos sucesorios y recaudatorios.

    No estoy deprimido, sólo indignado. Y cabreado, muy cabreado. Pero con todo y con eso, también estoy ilusionado, porque ni youtube me quita el sueño, ni bloguer me da de comer.

    Besos

    ResponderEliminar