Editar está claro lo
que es. Y construir, también. Pero reeditar en realidad, ¿qué es? No pretendo
hacer una pregunta tonta, aunque lo parezca y al final resulte que lo es. Un edificio se construye, y ya está. Un
libro se publica, y se expone en las librerías. De un edificio no se puede
agotar la edición, pero de un libro sí. De modo que se vuelve a editar, y se
escribe 2ª edición. ¿Es el mismo libro? Generalmente no, porque se alteran
fechas, se añaden introducciones y se mejoran los índices. Entonces con toda
propiedad se habla de reedición. Pero la cosa no está tan clara como ocurre con
los edificios. Por eso la pregunta.
Acaban de reeditar el
libro de José Antonio Pagola, “Jesús. Aproximación histórica”. ¿Es el mismo del
principio? ¡Qué va! Pues lo que digo, que reeditar es reconstruir, no un
edificio, un libro. Resulta casi parecido, que ya es diferente. Por eso los
libreros vuelven a anunciarlo y mover la propaganda. Yo, como ya tengo una
edición que me parece la definitiva, con imprimatur y todo, ni me preocupo.
De lo que sí me
preocupo es de otras cosas, por ejemplo, de este blog. Por culpa de no sé qué o
no sé quién, se han ido despegando de entradas del año 2011 todas las fotos que
coloqué en su momento. En algunas sólo con el texto se entiende todo. Pero de
otras sin fotos el texto parece un diálogo para merluzos. Y, claro, antes de
ofender a mis visitas, había que hacer algo. Así que llevo como quince días
reparando cosas y reponiendo chismes para ofrecer buena mercancía, aunque no se
venda nada ni lo pretenda. ¿Estoy dejando mi blog como estaba o lo estoy
reconstruyendo? Más bien lo estoy reeditando. Que no sé si es o no es lo mismo.
Bueno pues así me he
trajinado ya ochenta y seis trabajos, correspondientes a los meses de enero a
abril y de septiembre a diciembre de año anteriormente citado. Falta por
revisar la primavera y el verano, y esperar a que ya no haya nada más que
retocar.
Los que hemos vivido
en edificios viejos, sean o no antiguos, nos ha tocado hacer no sólo
reparaciones, sino auténticas modificaciones. Sin embargo, ellos han
permanecido; de manera que ahora puedo volver al pueblo y decir en esa casa
viví yo, y no faltar a la verdad; aunque ahora la fachada sea de otro material
y color, y por dentro ya no haya enroje ni despensa, sino calefacción general y
ultracongelador incorporado.
La casa que ahora
habito tiene las paredes totalmente horadadas y reconstruidas, con ventanas
donde antes había muro, puertas donde antes ventanas, paredes rotas/reparadas
para empotrar tuberías y cableado y los suelos de baldosa reemplazados por
terrazo. Sigue siendo la casa de Peláez, antiguo propietario, y el domicilio de
la familia de X, que la habitó no me explico cómo porque eran cuatro. Ahora es
mi casa, y sigue pareciendo igual, aunque ahora sea la rectoral del barrio.
En fin, que las cosas
permanecen aunque se las vaya modificando a lo largo del tiempo. Bien porque se
pretenda darles un aire nuevo, bien porque simplemente se realicen labores de
mantenimiento.
No sé por qué a veces
se nos ocurre decir que empezamos una vida nueva cuando se da algún cambio,
–pequeño, regular o grande–, siendo así que entre el nacer y el morir sólo hay
una línea. Que sea recta, quebrada o circular únicamente expresa que estamos en
la senda, que no tenemos ni idea a dónde vamos o que no queremos movernos.
Y todo lo demás,
simples palabras. Esta vez espero que las fotos no se pierdan, aunque tengo
copias en reserva por si acaso.
Vaya trabajito que te has buscado "reeditar" -si ha lugar- todas tus entradas del año pasado, cómo se nota que eres cura y que vives como tal (broma, sólo una broma, lo digo para los trolls que puedan estar acechando). Ánimo, Míguel, sé que lo conseguirás, tenaz si que eres. Yo ni habría vuelto a mirar lo que escribí en el pasado pero tú lo lees lo remiras y lo reeditas o reconstruyes si es menester. Qué paciencia y qué tesón. Lo dicho, ánimo que ya te falta menos.
ResponderEliminarBesos
¿Y qué ha sido de la lista de blogs del lateral?...(Curiosa que es una)...
ResponderEliminarVeo Miguel Angel que estás reordenando todo y eso lleva su tiempo.
ResponderEliminarTe saludo, amigo.
Julia, si este blog fuera tu casa, segurísimo que reeditarías lo que fuera necesario, e incluso superfluo, para que estuviera a tu gusto. Pues eso.
ResponderEliminarBesos
Carmen, estamos en obras. Pero tranqui, que os tengo a todi el mundo pillado en el reader de google. No me pierdo nada de lo vuestro. Mantén viva esa curiosidad…
Anna, no reordeno, sólo repongo fotos desaparecidas. Un servidor, o un fallo, ha provocado esta avería. En efecto, lleva su tiempo, pero no importa porque me sobran mimbres.
Míguel, sabes dar en el sitio así que "touchée".
ResponderEliminarBesos