A las 12:02 horas


A esa hora estaba señalada la entrada de la primavera, pero nosotros la recibimos unas horas antes, exactamente a las 08:08. Allí estaba el sol esperándonos, aunque enseguida se ocultó, o permitió que lo taparan. Esa niebla fue envolviéndolo todo, y no se retiró a pesar de mis voces. Lo que pude chillar a Gumi, pero ni él me hizo caso, ni la bruma desapareció. Justo al revés de como tendría que haber sido.
Decidí, en honor de la recién llegada, dejar al pequeñajo que corriera libremente, con la seria advertencia de que si a la vuelta no estaba junto al corsa, no volvía a dejarlo sin ramal hasta que cumpla los cuatro, y falta medio año. Él se lo ha ganado, y tendrá que ir al paso por lo menos seis meses más. A mí me tocó volver a recogerlo, cuando se cansó de vagar por el pinar a su bola. No tuvo foto. Pero Sola sí, y ahí está.
A Berto no le tocaba, y se conformó.
Ya en casa, Bienve avisó que quería baño, y no me dio ni tiempo de preparar la máquina para película. Así que ha salido sólo un poquito. Yo acabo de llegar de la piscina, y no he podido grabarme. Puedo asegurar, no obstante, que me he dado un baño de cuerpo entero.

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