Me han regalado el último
de José Luis Cortés. Y ¡qué mejor día para noticiarlo que hoy, domingo,
mientras la luna alcanza su plenitud! Falta para ello exactamente cuatro horas.
Aprovecho la
oportunidad para agradecérselo a la persona que me ha obsequiado con tamaño
regalo y de paso apunto por donde pudieran ir los tiros en la homilía de la
mañana.
¡Que razón tienes Miguel Angel!.Mira por donde yo lo he pensado más de una vez: la opulencia y el boato no van paralelos a la enseñanza de Cristo,que predica la humildad, la sencillez, la ayuda al necesitados...
ResponderEliminarEnfín, los humanos damos la vuelta a todo...según intereses, claro.
Un abrazo.
Lo de menos en esto es tener razón; ya sé que la tengo; como lo saben Cortés y tantísimas otras personas. Es algo que se viene diciendo desde hace más de dos mil y pico años, mucho antes de que Jesús apareciera por Galilea. Pero aún así el poder, el dinero, la fuerza, el prestigio siguen siendo moneda y razón, que ha enterrado casi por completo el Evangelio. Y en esas estamos.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Miguel Angel
ResponderEliminarSeguro que disfrutarás de las viñetas de este libro y es un gran regalo.
De acuerdo con la ilustración de hoy. La sencillez a veces brilla por su ausencia en las manifestaciones opulentas de la propia Iglesia.
Besos
Seguro es que estoy ya disfrutando de ellas. ¡Ah la sencillez! Es una ave rara en cualquier manifestación humana de cara a la galería, sea la Iglesia, sea la ONU, sea el Parlamento español. Incluso en la vida normal, qué diferencia ver a la gente en casa a verla cuando está de marcha.
ResponderEliminarBesos