¡Manos de excomunión!

 
Taza recién "des-asada" - Taza reparada tiempo ha y desconchada desde sus principios

No hay taza, plato o cacharro de cacharrería que pase por mis manos y no tenga desconchón o rota el asa. Auténticas manos de excomunión, me decía mi abuela materna. Como mi madre, que tampoco logró mantener intacta la vajilla doméstica.
Al contrario que mi hermano, que conserva todo su ajuar perfectamente intacto, aunque lo tenga a su cargo desde hace miles y miles de años.
Soy un ejemplo del conservadurismo más perstinaz. Pero con aires de auténtico derribo.

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