Era una consulta
programada y se convirtió en un ingreso con operación de urgencias.
Desde las once y
media de la mañana hasta las diez de la noche ocurren muchas cosas. En un
hospital como el Universitario Del Río Hortega, infinidad. Pero sólo puedo
decir que he estado allí, esperando y acompañando.
Como dice Ángel García Forcada, del
blog Confesiones de un médico, recemos por los enfermos y por quienes cuidan de ellos.
Espero que todo haya acabado bien. Un beso.
ResponderEliminarEstá acabando. De momento la paciente está en su casa y junto a sus dos hijos. Y lo mejor, que es lo que ella más temía, con su mama izquierda perfectamente limpia. Esta mastitis en su país natal habría resultado catatrófica.
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