De visita por la ciudad II


La cita era a las 8, pero no conseguí llegar hasta y cuarto, y eso que no había tráfico. Los curas siempre nos excusamos con la misa; no la terminé hasta menos diez. Allí estaban, Paz Altés tomando la palabra, el resto disfrutando. Caía ya el sol pero el calor aún era sofocante. Menos mal que empezamos la visita por la parte más fresca de la ciudad, por el Campo Grande. Más o menos como el día anterior, alrededor de la veintena. Pero con menos años, que había que andar… Y Paz tiró de nosotros, aunque sin llegar a la carrera.
Se notaba que era lunes, y había poca gente por la calle. Ello me dio la oportunidad de tomar algunas fotos que de otro modo hubieran sido muy diferentes. Las coloco aquí, para ir abriendo el apetito.









Valladolid centro


Ruta: Valladolid, ciudad de la escultura… “en la calle”


El siglo XVII singularizó la ciudad de Valladolid como capital mundial de la imaginería religiosa procesional. Desde entonces, Valladolid no ha dejado de sentir una gran inclinación por recibir esculturas en sus calles, avenidas, plazas y parques, hasta convertirse en un auténtico museo al aire libre en el que pueden contemplarse piezas cargadas de simbolismo y expresividad.


Estatua de Colón / Esculturas en el Campo Grande / Grupo escultórico de los Cazadores de Alcántara / Monumento al Guardia Urbano / Escultura A la amistad / Jorge Guillén / Rosa Chacel / Monumento al Voluntariado / Bola del Mundo


A Estatua de Colón






Autor: Antonio Susillo (Sevillla 1857-1896). Significado: homenaje al descubrimiento de América. Fecha: 1905. Aunque Valladolid pensó en erigir un monumento en memoria de Colón a mediados de siglo XIX, a medida que se acercó la fecha del cuarto centenario del Descubrimiento de América la idea fue tomando más empuje. El propio Antonio Susillo envió a Valladolid un primer boceto de cómo imaginaba su “alegoría”, huyendo de la imagen típica de Colón moribundo que, por su parte, proponía el popular Aurelio Rodríguez Carretero; hubo una tercera propuesta, la del vallisoletano Darío Chicote. Pero no había dinero para llevar ninguna a cabo. En 1891, Susillo ganó un concurso para un monumento a Colón en La Habana, que se fundió en París; pero cuando el monumento iba a ser trasladado a Cuba, la independencia de aquel país dio al traste con el proyecto. Hubo que pensar entonces dónde ubicar el monumento. El primer candidato fue “El Retiro”, en Madrid; pero Valladolid luchó por conseguir el monumento y el Gobierno se lo concedió en 1901. ¿Y dónde colocarlo en la ciudad? Se hizo una encuesta en la prensa y las opciones más votadas fueron: la plaza de Zorrilla, frente al templete del Campo Grande; y la plaza entre la Estación y dicho parque (donde se instaló finalmente). Cuando el monumento estaba a punto de ser desembalado y emplazado, la ciudad de Sevilla pujó por su traslado hasta allí, pero el intento fue fallido y en 1902 y 1905 se trabajó en su instalación donde ahora se yergue. Los cuatro relieves representan: el Estudio, la Náutica, el Valor y la Historia. Los relieves representan escenas del Descubrimiento. Sobre una gran globo terráqueo, rodeado por la expresión “Non plus ultra”, un grupo escultórico representando a Colón y a la Fe guiándolo.


B Algunas esculturas del Campo Grande



CAMPO GRANDE DE VALLADOLID

1: Puerta del Príncipe                                         8: Escudo floral de Valladolid y bandera de España
2: Juegos Infantiles                                             9: Pajarera
3: Paseo del Príncipe                                        10: Estatua de Núñez de Arce
4: Pérgola, con Fuente del Cisne                      11: Fuente de la Fama
5: Estatua de Rosa Chacel                                12: Faisanera y Fuente de las Ranas
6: Busto de Leopoldo Cano                              13: Estanque
7: Palomar                                                         14: Cascada


Fuente de la Fama: A la muerte de Miguel Íscar en 1880, El Norte de Castilla lideró un movimiento ciudadano para erigir un monumento en su memoria. El arquitecto Antonio Iturralde se encargó de su construcción. Proyectó una fuente constituida por un pilón octogonal de cuyo centro sobresale un alto pilar de tableros decorados y que a través de mascarones derrama el agua a otro de menor profundidad. El pilar central, de perfil curvilíneo, está rematado con una alegoría en bronce de La Fama, representada de forma convencional; una figura de mujer joven con alas extendidas soplando a través de una larga trompeta alzada al cielo de la que brota el agua. La figura de la Fama es obra del escultor Mariano Chicote Recio. La fuente se inauguró en 1883. En 2011 se procedió a la restauración integral del conjunto.

Miguel Íscar Juárez (Matapozuelos 1828-Madrid 1880). Cuando tenía 17 años su familia se trasladó a Valladolid y aquí trabajó en diferentes empleos en casas particulares y sociedades de la ciudad, demostrando laboriosidad y honradez. Por ello fue nombrado Alcalde de la ciudad en 1877, cargo que ocupó hasta el momento de su muerte, a causa de un derrame seroso cerebral. Sus principales obras como alcalde fueron: los tres mercados de hierro; la terminación del Matadero Público y el encauzamiento del río Esgueva, la colocación de las bocas de riego en las calles, la adquisición de obras para la Biblioteca Municipal, así como varias expropiaciones para la apertura de vías. Suyos fueron también los proyectos: traída de aguas del Duero, construcción de una nueva Casa Consistorial, arreglo de las Plazas de Poniente, Tenerías, Trinidad y del Museo; y las gestiones para la construcción del Hospital Provincial y Facultad de Medicina. Entre todas sus obras, destaca como principal el embellecimiento del Campo Grande.

Busto de Leopoldo Cano: Juan José Montero “Cheché”. 1936. Representa a Leopoldo Cano, un dramaturgo y poeta vallisoletano nacido en 1844 y muerto en 1934. Fue además militar y académico de la Real Academia Española. Está situado en el Paseo del Príncipe del Campo Grande, fue inaugurado en marzo de 1936 y está realizado en cobre galvánico apoyado sobre un pilar de piedra blanca.

Monumento a Gaspar Núñez de Arce. Emiliano Barral. 1932. Presidiendo una rosaleda cercana a la Fuente de la Fama, se erige sobre un pedestal el busto del político y poeta vallisoletano Gaspar Núñez de Arce (1832-1903). La escultura se instaló por iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, con motivo del centenario del nacimiento del poeta. En su origen, el proyecto incluía la instalación de un pequeño estanque a los pies del monumento. El monumento está realizado en granito rojo.

El fotógrafo del Campo Grande: Eduardo Cuadrado. 1994. La escultura fue encargada por la Diputación. Se trata de una figura en tamaño natural en actitud de estar tomando fotografías. Con su instalación concluyeron los actos en recuerdo a la saga de los Muñoz, una conocida familia de fotógrafos callejeros, y sobre todo a su último representante, Vicente Muñoz, fotógrafo oficial del Campo Grande durante más de 50 años. Es una pieza de bronce, de 1,70 m de alto y se erige en el lugar exacto en que este fotógrafo disponía su trípode.





C Cazadores de Alcántara

Mariano Benlliure. 1931. Monumento erigido en memoria de un heroico batallón de caballería en la Guerra de África. En principio iba a ser instalado en el patio de la Academia. Lo inauguró Alfonso XIII. El monumento representa a cinco jinetes en sus respectivas monturas y portando diferentes enseñas, fundidos en bronce, en actitud de galope, situados sobre una pirámide truncada de granito gris. ¿No creen Uds. que falta una… “pata”?


D Monumento al Guardia Urbano

Ana Hernando. 2001. Monumento en homenaje a la Policía Municipal. Representa un guardia en actitud de dirigir el tráfico rodado, con el uniforme clásico de los años cincuenta, compuesto por gabardina, trinchas, el peculiar casco y el silbato. Mide 3,90 metros de altura. La base de sustentación es una peana en mármol negro de Markina, de una tonelada de peso y 1,2 metros de altura.


E A la amistad

Faustino Aizkorbe.1998. Este autor pertenece a la corriente escultórica representada por Oteiza y Chillida. Se trata de una escultura realizada en acero, no figurativa; desproporcionada con respecto al gran volumen del pedestal que la sustenta.


F Jorge Guillén y figurillas infantiles de El Poniente



Los jardines de El Poniente fueron inaugurados en 1935 y, en ese momento, uno de los elementos decorativos más peculiares que se instalaron allí fue una serie de esculturas representando personajes de cuento infantiles: Pipo y Pipa, Lolín, Bobito, La Lechera y Pinocho y Pichi. A mediados de los años 90, el Ayuntamiento remodeló el parque y quiso reponer aquellas mismas figuras, encargando el trabajo a Francisco Javier García Mosquera y Luis Fernando Nieto que, finalmente, las instalaron en 1998. En ese mismo momento quedó también ultimada la fuente del espacio central del jardín, en la que se instaló la escultura Jorge Guillén y la infancia, de Luis Santiago Pardo. Jorge Guillén nació en Valladolid en 1893 y falleció en Málaga en 1984.


G Rosa Chacel

Rosa Chacel Arimón nació en Valladolid en 1898 y falleció en Madrid en 1994. Esta escultura de la escritora vallisoletana también es obra de Luis Santiago Pardo y fue fundida e instalada en el banco donde aún se encuentra  en 1996, dos años después del fallecimiento de la autora.


H Monumento al Voluntariado y paneles interior y exterior del mural cerámico de la plaza de España






El monumento en homenaje al voluntariado es obra de Eduardo Cuadrado y data de 1996. La cara interior del relieve cerámico fue realizado por Gonzalo Coello, también en 1996 y muestra escenas del antiguo mercado del Campillo; la cara exterior es obra de su padre, Andrés Coello.


I Bola del Mundo



También llamada Fuente de los niños por su propia autora, Ana Jiménez, fue instalada en 1996, tras la remodelación del espacio central de la plaza de España, con sus nuevas marquesinas.


J Encuentro


Feliciano Álvarez. 1997. Esta escultura simboliza el encuentro de tres grandes vías vallisoletanas: Gamazo, Dos de Mayo y Divina Pastora; las tres muy significativas en la historia vallisoletana.


Quienes vivimos aquí usamos las calles para ir a sitios. Y si habitamos en las afueras de la ciudad, el centro lo pateamos con prisa y casi sin mirar, salvo a los semáforos. Por eso, pasear por la calle sin prisa, con los ojos dispuestos a dejarse sorprender, ofrece eso mismo, sorpresas. ¡Cómo me iba a imaginar que desde la Plaza de España se veía la Estación del Norte! También pudimos ver a un pavo real que nos ofrecía su portentoso abanico multicolor mirándonos con todo descaro. Pero justamente al darnos la vuelta, otro nos ofrecía lo mismo pero dándonos el trasero.
Hay una cosa muy curiosa en lo de las estatuas. La ciudad está llenita de ellas. Las hay de todos los estilos y colores; incluso en los materiales, aunque predomina el bronce. Muchos autores representados, también vascos. Pero curiosamente las obras de estos últimos son susceptibles de interpretación. ¡Qué cosas!
Llamóme la atención el busto del alcalde Miguel Íscar: estaba en un soberbio lugar dentro del parque, pero solitario, muy solitario. Todo lo contrario que La Fuente de la Fama, cerca del lago y en una plazoleta muy concurrida de personal de todo tipo.
En fin, a las diez menos cuarto, justo para pillar el último bus, Paz Altés dio por concluida la visita, y nos fuimos corriendo, andando o pedaleando. Cada cual como pudo. La cena estaba esperándonos.
¡Gracias, Paz! ¡Buen trabajo!

1 comentario:

  1. Excelente reportajes et idem justificación para la tardanza, voto a brios.

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