A vueltas con un cuadro

Virgen de la leche o Virgen con el Niño. Francisco de Zurbarán. Museo Pushkin
 
Habrás echado en falta el cuadro, me soltó mientras me desvestía. ¿Cuadro?, pregunté. El de la Virgen que llenaba la pared. Pues no, ni lo había visto.
Ese soy yo, y mi despiste.
Un enorme cuadro ocupaba la pared principal de la pequeña capilla de La Arbolada, justo detrás del altar y encima del pequeño mueble que hace de sagrario. Y no he sido capaz de retener en la memoria lo que mis ojos tienen a la fuerza que haber visto; mi cerebro lo habrá almacenado en algún rincón oscuro e inaccesible.
El caso es que el cuadro ya no está. Se lo llevaron.
Intentó el buen hombre explicarme una historia que él tampoco conocía, y me quedé in albis. Pero me aseguró que el cuadro se lo había llevado el señor obispo, porque era suyo.
A media semana me llama la directora del centro y me lo cuenta. Una residente llegó y lo trajo con ella. Lo tuvo en su habitación hasta que murió. A su fallecimiento, lo dejó en donación para que fuera honrado en la capilla, ese fue su gusto. Y se hizo como dispuso.
Pero había una hermana que no quiso saber de esta historia, y en su testamento había señalado que el tal cuadro fuera entregado a la diócesis. A su muerte, un sobrino se presentó a reclamar la pintura para cumplir con los trámites notariales y poder hacerse heredero de la difunta. Una furgoneta y dos hombres trasladaron la obra de arte a las oficinas diocesanas.
Así quedó desnuda la pared.
Lo tienen en el arzobispado, me dijeron. ¿Qué podemos hacer? ¿Ante quien rezaremos a partir de ahora el rosario?
Me vi obligado a decir, veré qué es del cuadro, y qué pretenden hacer con él. No creo que pongan dificultades.
Una simple llamada telefónica ha sido suficiente para aclarar las cosas y calmar los ánimos. Ayer domingo por la mañana, a primera hora, pillé a Luis, el vicario, por el móvil, tal vez en casa antes de salir o ya en camino hacia sus obligaciones. Me dijo que ya había conectado con él la directora y le había transmitido los deseos de la colectividad; que ni la diócesis ni el arzobispado tenían pretensiones con el cuadro, y que qué mejor sitio para él que La Arbolada; que sentía mucho que su coche fuera pequeño para las dimensiones de la tela, pero que estaba disponible; y que podíamos ir a recogerla.
Esta semana nos buscamos un transporte y volvemos a llenar el vacío en la pared con la imagen de la Virgen.
A partir de ahora voy a proponerles a las señoras y señores residentes rebautizar a esa Virgen como La viajera. No creo que me lo acepten. Pero seguro que me sacan viejas historias de vírgenes y santos disputados por pueblos y aldeas contiguas, y de cómo pactaron un final feliz.
En mi pueblo, sin ir más lejos, la tradición dice que a la Virgen de los Ángeles, patrona del lugar, se la encontraron unos pastores en pleno campo. En el grupo, unos eran de mi pueblo y otros de un pueblo vecino; porfiaron, amenazaron, apostaron… y los del mío la ganaron por c.j.nes. Y sin usar la fuerza. Sólo mostrando.
Y como de momento no recuerdo cómo es la foto en cuestión, he puesto allá arriba una que me gusta, y que además tiene firma de categoría.

3 comentarios:

  1. Mira por donde, anda la blogosfera maternal revolucionada porque están censurando en facebook fotos de mujeres dando el pecho. No estaría mal subir este cuadro como reivindicación. :)
    Es precioso, pero me gusta más el nombre "Virgen de la leche" que el que le quieres poner tú.
    Un abrazo.

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  2. Sí, Carmen, parece que hay quien reniega de lo que dice la biología, que somos mamíferos. A mí me censuraron en un blog de mucha prosapia una preciosidad negra dando de mamar. Lo tildaron de pornografía.
    ¡En fin!
    En cuanto al título del cuadro no sé cuál es original, yo me lo he encontrado así. De todas maneras en pueblos de esta tierra mía existe la advocación de Virgen de la leche.
    Y hay un cuadro de María que también me gusta mucho y es de afamador autor, Luis de Morales (1500-1585), que si pudieran, también lo prohibirían: http://www.culturageneral.net/pintura/cuadros/jpg/virgen_con_el_nino.jpg

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  3. Pues precioso, casi me gusta más que el otro. Y es que Jesús tuvo que mamar unos cuantos años, que por entonces la Lactancia artificial no estaba muy de moda...

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