Así dice el Señor, que abrió camino en el
mar
y senda en las aguas impetuosas;
que sacó a batalla carros y caballos,
tropa con sus valientes:
caían para no levantarse,
se apagaron como mecha que se extingue.
No recordéis lo de antaño,
no penséis en lo antiguo;
mirad que realizo algo nuevo,
ya está brotando, ¿no lo notáis?
Abriré un camino por el desierto,
ríos en el yermo;
me glorificarán las bestias del campo,
chacales y avestruces,
porque ofreceré agua en el desierto,
ríos en el yermo,
para apagar la sed de mi pueblo, de mi
escogido,
el pueblo que yo formé,
para que proclamara mi alabanza.
(Isaías 43, 16-21)
BENDICIÓN PARA EL NUEVO AÑO
Que tu mirada gane en hondura y detalle
para que puedas ver más claramente
tu propio viaje con toda la humanidad
como un viaje de paz, unidad y esperanza.
Que seas consciente de todos los lugares
por los que caminas y vas a caminar en el nuevo año,
y que conozcas, por experiencia, qué bellos son los pies
del mensajero que anuncia la buena noticia.
por los que caminas y vas a caminar en el nuevo año,
y que conozcas, por experiencia, qué bellos son los pies
del mensajero que anuncia la buena noticia.
Que no tengas miedo a las preguntas
que oprimen tu corazón y tu mente;
que las acojas serenamente y aprendas a vivir con ellas
hasta el día en que todo quede al descubierto.
que oprimen tu corazón y tu mente;
que las acojas serenamente y aprendas a vivir con ellas
hasta el día en que todo quede al descubierto.
Que des la bienvenida con una sonrisa
a todos los que estrechan tu mano:
las manos extendidas forman redes de solidaridad
que alegran y enriquecen con su presencia protectora.
a todos los que estrechan tu mano:
las manos extendidas forman redes de solidaridad
que alegran y enriquecen con su presencia protectora.
Que sea tuyo el regalo de todas las cosas creadas;
que sepas disfrutarlas a todas las horas del día;
y que te enfrentes, con valentía y entusiasmo,
a la responsabilidad de cuidar la tierra entera.
que sepas disfrutarlas a todas las horas del día;
y que te enfrentes, con valentía y entusiasmo,
a la responsabilidad de cuidar la tierra entera.
Que el manantial de la ternura y la compasión
mane sin parar dentro de ti, noche y día,
hasta que puedas probar los gozos y las lágrimas
de quienes caminan junto a ti, tus hermanos.
mane sin parar dentro de ti, noche y día,
hasta que puedas probar los gozos y las lágrimas
de quienes caminan junto a ti, tus hermanos.
Que despiertes cada mañana sereno y con brío,
con la acción de gracias en tus labios y en tu corazón,
y que tus palabras y tus hechos, pequeños o grandes,
proclamen que todo es gracia, que todo es don.
con la acción de gracias en tus labios y en tu corazón,
y que tus palabras y tus hechos, pequeños o grandes,
proclamen que todo es gracia, que todo es don.
Que tu espíritu esté abierto y alerta
para descubrir el querer de Dios en todo momento;
y que tu oración sea encuentro de vida, de sabiduría
y de entendimiento de los caminos de Dios para ti.
para descubrir el querer de Dios en todo momento;
y que tu oración sea encuentro de vida, de sabiduría
y de entendimiento de los caminos de Dios para ti.
Que tu vida este año, cual levadura evangélica,
se mezcle sin miedo con la masa
y haga fermentar este mundo en que vivimos,
para que sea realmente nuevo y tierno.
se mezcle sin miedo con la masa
y haga fermentar este mundo en que vivimos,
para que sea realmente nuevo y tierno.
Y que la bendición del Dios que sale a tu encuentro,
que es tu roca, tu refugio, tu fuerza, tu consuelo
y tu apoyo en todo momento, lo invoques o no,
descienda sobre ti y te guarde de todo mal.
que es tu roca, tu refugio, tu fuerza, tu consuelo
y tu apoyo en todo momento, lo invoques o no,
descienda sobre ti y te guarde de todo mal.
Faustino Ulibarri, Al viento del Espíritu
Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva.
Habían desaparecido el primer cielo y la
primera tierra y el mar ya no existía.
Vi también bajar del cielo, de junto a
Dios,
a la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
ataviada como una novia
que se adorna para su esposo.
Y oí una voz potente, salida del trono,
que decía:
-«Esta es la tienda de campaña
que Dios ha montado entre los hombres.
Habitará con ellos;
ellos serán su pueblo y Dios mismo estará
con ellos.
Enjugará las lágrimas de sus ojos
y no habrá ya muerte,
ni luto, ni llanto, ni dolor,
porque todo lo viejo se ha desvanecido».
Y dijo el que estaba sentado en el trono:
-«He aquí que hago nuevas todas las cosas».
(Apocalipsis 21, 1-4)
Amén.
ResponderEliminarQue sigas trasmitiendo la misma serenidad en la que siempre descanso cuando te leo.
Feliz 2012!!