Día segundo

 
Por más que lo intento, la máquina no le gana al ojo. Más aún, ya quisiera la invención humana llegarle a la taba a la naturaleza.
Esta mañana salí a cazar un amanecer bonito. Y a tiro lo tuve. Pero no cayó. Bueno, sí; lo vi, lo disfruté, pero no pude inmortalizarlo. Estaba más allá de mis medios.
Aún así, traje lo que pude para ponerlo. Aunque muy deficiente, aquí está.
Ahora se me puede decir que para ese viaje no hacía falta tanta alforja, y le doy toda la razón. No es nada del otro jueves; es sólo de este lunes, el primero del 2012. Fue muy bonito. El de ayer no pudo ser, que además de la helada con que se estrenó, el nuevo año trajo niebla, fría, húmeda, opaca. Hasta muy avanzada la mañana no se evaporó. Merced que nos hizo el que no hubiera circulación y pudiera desplazarme hasta La Arbolada sin nadie con quien pudiera haber colisionado. Todo era desierto… y silencio.
Hoy, sin embargo, en la ronda había mucho movimiento. Era el mundo humano que ya estaba ejerciendo de sobreviviente ante la crisis.
Por el campo, salvo el grupo que formábamos nosotros cinco, y Juan que nos lo cruzamos al regreso, todo parecía nuevecito y dispuesto para un primer uso.
En este segundo día bien podríamos decir, parodiando al mítico relato, que las aguas han quedado separadas, allá en lo alto y aquí abajo, y el resultado no ha podido ser sino un cielo espléndido, que nos va a servir de techo durante este nuevo día regalado (cfr. Génesis 1, 6-8).
Ahora nos toca preparar una tierra acorde con él, para abrir en ella caminos que nos lleven y nos traigan.
A ver si acertamos.


52“Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
loado, exaltado eternamente.
Bendito el santo nombre de tu gloria,
loado, exaltado eternamente.
53Bendito seas en el templo de tu santa gloria,
cantado, enaltecido eternamente.
54Bendito seas en el trono de tu reino,
cantado, exaltado eternamente.
55Bendito tú, que sondas los abismos, que te sientas sobre querubines,
loado, exaltado eternamente.
56Bendito seas en el firmamento del cielo,
alabado, glorificado eternamente.
57Obras todas del Señor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
58Ángeles del Señor, bendecid al Señor
alabadle, exaltadle eternamente.
59Cielos, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
60Aguas todas que estáis sobre los cielos bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
61Potencias todas del Señor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
62Sol y luna, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
63Astros del cielo, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
64Lluvia toda y rocío, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
65Vientos todos bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
66Fuego y calor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
67Frío y ardor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente,
68Rocíos y escarchas, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
69Hielos y frío, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
70Heladas y nieves, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
71Noches y días, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
72Luz y tinieblas, bendecid al Señor
alabadle, exaltadle eternamente.
73Rayos y nubes, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
74Bendiga la tierra al Señor,
le alabe, le exalte eternamente.
75Montes y colinas, bendecid al Señor
alabadle, exaltadle eternamente.
76Todo lo que germina en la tierra, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
77Fuentes, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
78Mares y ríos, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
79Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
80Pájaros todos del cielo, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente
81Fieras todas y bestias, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
82Hijos de los hombres, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
83Oh Israel, bendice al Señor
alabadle, exaltadle eternamente.
84sacerdotes del Señor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
85Siervos del Señor, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
86Espíritus y almas de los justos, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
87Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
88Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor,
alabadle, exaltadle eternamente.
Porque él nos ha arrancado del infierno,
nos ha salvado de la mano de la muerte,
nos ha librado del horno de llama abrasadora,
nos ha librado de en medio de la llama.
89Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
90Todos los que veneran al Señor, bendecid al Dios de los dioses,
alabadle, confesadle,
porque es eterna su misericordia.”
 (Libro de Daniel 2, 52-90)

1 comentario:

  1. Preciosas las imágenes, no digas que no. Aunque tienes razón al decir que la naturaleza siempre gana a la tecnología (por suerte jeje)
    Gracias por no olvidarte de mi y por estas letras del libro de Daniel que nos regalas. Fueron todo un bálsamo para mi espíritu leerlas.

    Un abrazo cielo y ¡Feliz 2012!
    Con cariño,
    Leonor

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