Completo se me
presentaba el día y a primera hora me avisaban que hoy tenía que ir a comer con
ellos, que celebraban la Fiesta del Cordero. ¡Imposible!, respondí. Hoy lo
tengo todo lleno. Bueno, que tranquilo, que lo entienden, que traen la
comida y otro día nos juntaremos. De que pasó un rato apercibíme de mi
salvajada; no podíamos dejarles solos en este día tan señalado para ellos.
Cambié y dije ¡voy!
Nos juntamos pocos,
pero de categoría. No sé cómo se celebra esto en otros lugares, pero en éste
tenemos un aire muy particular.
Tanto que antes de ir
a votar, cambié mi voto, no de sentido, de siglas.
A modo de explicación
cito los comensales: Inmigrante senegalés y familia, cura en activo, jubilada
sin parar, funcionaria defenestrada y candidato de iu. Ausentes, médicos en
ejercicio, él y ella, ocupados en cursos obligatorios de finde.
Y pensé: si éste ha
reunido en su casa a quienes él más aprecia y de toda su confianza, está claro
que la solución puede venir de esta conjunción planetaria.
Tras la sobremesa me
fui a ejercer mi derecho.
Y descansé.
Amén. Supongo que el candidato presente te convenció pero... solo es una suposición ¿eh?.
ResponderEliminarBesos
A ti también te habría convencido, y eso que no goza precisamente del don de la palabra. También se trabuca como yo. Es de Burgos, y sabe que está en franca minoría.
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