Un@: ¿Queda sopa?
Otr@: Eso se lo dirás a tod@s ¿no?
* * *
Un
día en que soplaba un fortísimo viento, saltó un paracaidista del avión y
fue arrastrado a más de cien millas de su objetivo, con la mala suerte
de que su paracaídas quedó enredado en un árbol, del que estuvo colgando y
pidiendo socorro durante horas, sin saber siquiera dónde estaba.
Al fin pasó alguien por allí y le preguntó: “¿Qué haces subido en ese árbol?”.
El paracaidista le contó lo ocurrido, y luego le preguntó: “¿Puedes decirme dónde estoy?”.
“En un árbol”, le respondió el otro.
“¡Oye, tú debes de ser clérigo...!”.
El otro quedó sorprendido. “Sí, lo soy. ¿Cómo lo has sabido?”.
“Porque lo que dices es verdad, pero no sirve para nada”.
* * * * *
Recientito, muy recientito
Quino
[Esta
chapuza la he tenido que editar a trocitos, porque Blogger tiene hoy un
día imposible. Será por ser martes y trece? Disculpadme soper@s, pero
así están las cosas… ]
Miguel Angel, ¿qué pasa?...¿le has dado al botón automatico de publicar?...¿nos dejas lectura para toda la noche?...
ResponderEliminar¡Qué va! Es que me ha sobrado comida y la estoy metiendo en el congelador para tiempos de penuria. Pero me accionado mal los mandos y en lugar de conservar en frío lo he puesto a calentar. ¡Estos microondas que tanto dan para una cosa como para la contraria me tienen turulato!
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