Entonces es que está mal hecha. Se me ocurrió cuando vi a Nadal sufriendo delante de las cámaras. Me vino de repente el cuadro de Sorolla. Exigir pescado barato y ganar al de Manacor es muy cómodo, desde nuestro sillón bol. Gracias por avisarlo, Anna. En la próxima entrada trataré de expresarme mejor.
No sé si estas haciendo referencia al esfuerzo que tienen que hacer los pescadores para pescar y al esfuerzo de Nadal para ganar al oponente, y nosotros lo vemos tan normal que nos parece incluso no tener valor.
Cada día nos regalan un amanecer, un día para hacer cosas provechosas, para hacer que sea como si fuera el último día de nuestra vida y no le damos valor, nos enzarzamos en historias interminables y no nos damos cuenta del valor que tiene un día, un instante, un respiro.
Claro, Laura, me refiero al esfuerzo de cualquier ser humano para vivir, a pesar y contra lo que sea. Parece que lo políticamente correcto es no mostrar flaquezas ni debilidades, cansancio e incluso hastío. Debemos mostrarnos relajados, sonrientes y felices, como si todo resultase suave, suave, suave… Los ídolos, y los que no lo somos, estamos hechos de barro. Demasiado quebradizos. Besos.
Pues no he entendido la entrada Miguel Angel.Disculpa.
ResponderEliminarEntonces es que está mal hecha. Se me ocurrió cuando vi a Nadal sufriendo delante de las cámaras. Me vino de repente el cuadro de Sorolla. Exigir pescado barato y ganar al de Manacor es muy cómodo, desde nuestro sillón bol.
ResponderEliminarGracias por avisarlo, Anna. En la próxima entrada trataré de expresarme mejor.
No sé si estas haciendo referencia al esfuerzo que tienen que hacer los pescadores para pescar y al esfuerzo de Nadal para ganar al oponente, y nosotros lo vemos tan normal que nos parece incluso no tener valor.
ResponderEliminarCada día nos regalan un amanecer, un día para hacer cosas provechosas, para hacer que sea como si fuera el último día de nuestra vida y no le damos valor, nos enzarzamos en historias interminables y no nos damos cuenta del valor que tiene un día, un instante, un respiro.
Besos
Claro, Laura, me refiero al esfuerzo de cualquier ser humano para vivir, a pesar y contra lo que sea. Parece que lo políticamente correcto es no mostrar flaquezas ni debilidades, cansancio e incluso hastío. Debemos mostrarnos relajados, sonrientes y felices, como si todo resultase suave, suave, suave…
ResponderEliminarLos ídolos, y los que no lo somos, estamos hechos de barro. Demasiado quebradizos. Besos.