Mi amiguete Miguel Ángel, “Senior”, al felicitarle ayer con el consabido feliz, feliz en tu
día, amiguito que Dios te bendiga, mal cantado por el móvil (hace tiempo que
nos comunicamos de esta única manera, y menos mal que tenemos móvil), me avisa
de que el día 8 de octubre viene a Valladolid un señor de mucha categoría, que
da cursos y charlas, y tiene audiencia a mogollón: Enrique Martínez Lozano.
Para quienes no le
conocen, sepan que lo tengo ahí, en la columna de la derecha. Pueden ir y ver.
Yo ese día tengo
boda. Se casan Javiolín y María, o viceversa, María y Javiolín, que es igual y tanto monta-monta tanto. Y me han pedido que
presida. Y yo he dicho que sí. Y mañana lo vamos a preparar, a las cuatro de la
tarde, una hora casi taurina.
No he dudado, no he
vacilado, no me he liado ni me he aturullado. Ayer fue ayer, y hoy es hoy.
Y se lo dije al
Míguel. Y él entendió, por supuesto que sí. Únicamente lamentó (lamentamos ambos a dúo) que el día ocho
no nos veamos, no podamos estar juntos. Porque hace la tira de tiempo que tengo
unas ganas de pegarle un abrazo…
Aclaración post scriptum: No debería ser necesario aclarar que “Junior” soy yo. No tiene mayor importancia, es consecuencia de los años. Él, jubilado jubiloso, es mucho más joven que yo. Que de todo el mundo es sabido que los curas se jubilan al rejuvenecer…
Mañana tengo-tenemos 35-cita con Enrique y el domingo también. Será un placer compartir el día con gentes de buen hacer.
ResponderEliminarAyer no funcionó el dichoso ordenador en todo el día, el motivo mereció la pena, una preciosa tormenta con todos los signos que hay que tener, es decir, relámpagos a mogollón, truenos sonoros, que obligaron a los perros a ladrar sin parar y por último esa bendita agua, que tanta falta nos hace.
Esta mañana me he acercado al pozo, se está empezando a recuperar. Hoy dicen los del tiempo que mas de lo mismo, benditos sean.
Enhorabuena a los novios y ¿no te darás una vueltita
para saludar a Enrique?.
Besos.
Bendita agua, que por aquí tanto se echa en falta. Claro que en cuanto llueva, llega el frío. Esto parece un verano extendido.
ResponderEliminarNo coinciden, la boda y el encuentro, en la misma localidad. Además, una cosa es única e irrepetible. La otra puede volver a ocurrir y tiempo hay más que suficiente.
Jopelines, una tormenta en la montaña. ¡Qué gozada!
¿Qué tal el vídeo? No me digas que lo tienes aparcado…
Besos
Míguel, ¡claro qué lo tengo aparcado!, ni forma ni manera; estoy zote y ademas me entra una pena enorme y no paro de llorar, cuando lo veo tan precioso ,¡ si pudiera parar la vida en esos instantes!...ya estoy llorando otra vez pero benditas lágrimas.
ResponderEliminarLo entenderás cuando lo veas.
Me dicen que tengo la cena en el plato...habrá que ir, hacer esperar no está bien.
Besos
¡¡Pues es una pena, porque yo voy a ir!!
ResponderEliminarQué rabia, me hubiera encantado conocerte...
Laura, esperar está mal, lo digo por el vídeo. Hacer esperar también. Vete a cenar y luego te metes con lo del vídeo. Sigue las normas. Es más fácil que estar en un quirófano de ayudante principal del cirujano. Buenas noches y muchos besos.
ResponderEliminarCarmen, pues ya lo siento. Te va a tocar madrugar para estar en punto. Confiamos (presente indicativo) en que habrá más ocasiones. Me encanta tener la posibilidad de conocerte.