Para una Amiga



FUISTE ERES ELEGÍA


Frágil como un niño es frágil.
Destinado a no durar siempre.
Destinado a convertirse en otro
para la madre. Aquí estoy
sentada en una silla, pensando
en ti. Pensando
en cómo era
hablar contigo.
Cómo a veces era maravilloso
y otras veces horrible.
Cómo las drogas cuando había drogas
deshacían lo bueno casi por completo
pero no por completo
porque lo bueno siempre podía ser visto
brillar como brilla el lamé
en el escaparate de una tienda
llamada Las Cosas
Hermosas Nunca Duran Siempre.
Te amé. Te amo. Eras.
Y eres. La vida es experiencia.
Así de simple es todo. La experiencia es
la silla en que nos sentamos.
Sentarse. Pensar
en ti donde eres un vacío
que llenar
por la añoranza. Te amaba.
Te amo como amo
todas las cosas hermosas.
La auténtica belleza rara vez es auténtica.
Eras. Eres
en mayo. Mayo mirando
hacia junio que llega.
Así es como mido
el año. Todo Fue Culpa Mía
es el título de la canción
que he estado cantando.
Incluso cuando me pedías calma.
No he tenido calma alguna,
he estado llorando. Creo que tú
me has perdonado. Todavía me pones
la mano en el hombro
cuando lloro.
Gracias por eso. Y
por tu inefable sentido
de la continuidad. Eras. Eres
la cosa más brillante en el escaparate de la tienda,
lo más singular y hermoso que he visto en mi vida.

Mary Jo Bang (Waynesville, Missouri, 1946)


Elegy (2007) es el canto de una madre desesperada ante la muerte de su hijo. Es el poemario que escribió su autora durante el año posterior a la pérdida de su ser más querido, un chico de 37 años, por culpa de una sobredosis. En el hay textos de hundimiento, redención y desolación. Una obra que nos llega a lo más profundo del alma y que está escrita con las palabras que le dicta el sentimiento. Mary Jo Bang obtuvo el National Book Critics Circle Award en el año 2007 por este epitafio poético y, con él, se ha encumbrado a lo más alto entre los poetas norteamericanos contemporáneos. La edición incluye los textos originales en inglés a pie de página con lo que se logra una perfecta lectura de ellos en cualquiera de los dos idiomas. Una traducción notable de Jaime Priede viene a completar esta bella edición de uno de los mejores libros de poesía de este año.

[Tomado, con la libertad que me caracteriza, del blog La librería de Javier]

3 comentarios:

  1. Ya sé para quien va tu Elegía. Gracias, ella te lo dirá también, pero no es ese el sentimiento que ella tiene, está en paz, ella ha entendido y comprendido y sabe porqué debía irse y le ha dejado, aun con dolor, ¡cómo no!, liberarse de las ataduras que este mundo le imponía y le limitaban. Ahora está en un lugar mejor, ella lo sabe y yo también porque nos dejó suficientes "miguitas" por el camino que recorrió para que no tuviéramos ninguna duda de que su elección era la más sabia de todas. Además él no era como el caso que nos ofreces de ejemplo. Lo suyo era radicalmente distinto. Este hijo, con sus defectos, era un ser más evolucionado de lo que a simple vista podíamos valorar.

    Bueno Míguel, que sepas una vez más que te quiero.

    Besos

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  2. Querido Míguel, déjame tiempo para poder escribir el inmenso regalo que Dios me hizo al posibilitar mi encuentro en este mundo como madre de Ignacio.

    Nada de desesperación, es el Ser mas hermoso de cuantos he conocido en este mundo, su precioso cuerpo albergaba un Alma tan grande que no cabía en este mundo.

    Ahora está donde él quería estar y puedo decirte que esta bien.

    Siempre eres bien amado por mi, ya lo sabes. Besos

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  3. Nadie se parece a nadie. Todos somos iguales, pero diferentes. Una madre y su hijo son únicos. Siempre unidos, a pesar de separados desde el mismo instante de nacer; siempre en común-unión, nunca fueron una y la misma cosa.
    Fueron y son; son pero… Vivimos en el tiempo, no obstante.

    Me fijé en todo, pero en especial en estas frases:

    Te amé. Te amo.
    Eras y eres.
    Te amaba. Te amo.
    Eras. Eres
    la cosa más brillante en el escaparate de la tienda,
    lo más singular y hermoso que he visto en mi vida.
    Sentarse. Pensar
    en ti donde eres un vacío
    que llenar
    por la añoranza.


    La vida es experiencia. Laura, mi más entrañable sentimiento ahora es desearte que mantengas con Ignacio tu maternidad como si no… le hubieras nacido, como si él no se hubiera ido.

    Y desde luego tienes todo el tiempo del mundo, toda tu vida.

    Besos, Laura. Besos, Julia

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