Perplejo y/o mosqueado. En una palabra: ¿indignado?

Este es mi estado en el momento en que me pongo a escribir: perplejo.
Según el DRAE es un adjetivo que significa: Dudoso, incierto, irresoluto, confuso.
Según el Word.Reference.com equivale a: desconcertado, confuso, indeciso, vacilante, extrañado, sorprendido, confuso, dubitativo, dudosoindeciso, irresoluto
A la vista del resultado, continúo perplejo.
¿Cual es el motivo?
Llevo toda la tarde y parte de la noche sin poder acceder a mi blog desde mi ordenador utilizando Firefox. Todo, absolutamente todo, está a mi disposición de las diversos servicios que de la cuenta que tengo con Google utilizo. Todo, menos Blogger. Gmail, Reader, Docs, Álbumes web Picasa, Youtube, Historial web, Herramientas para webmasters, Maps, Sites… me funcionan divinamente; pero no puedo abrir mi blog y colocar una entrada nueva. Ni siquiera puedo comentar en otros blogs.
Temiéndome otra avería como la pasada, buceo por la red, y no hay quejas semejantes, nadie comenta nada. Vuelvo a intentarlo y nanay. Apelo a Safari, y voilà, estoy dentro. ¡Qué raro!, ¿se habrá estropeado Firefox? Vuelvo a instalarlo, y tampoco.
Se lo comento a mi vecina preferida, paso a su casa, uso su pecé, y con Firefox no tengo ningún problema. Pruebo con Safari, y tampoco.
Mosqueado, empiezo a sospechar de mi máquina. ¿Se estará deteriorando otra vez? La arranco con el disco externo, y tres cuartos de lo mismo, me rechaza la contraseña y me niega la entrada.
Vuelvo a zambullirme en Internet, y alguien dice que quizás el navegador tenga algún defecto, virus o deterioro. Que habría que desinstalarlo de manera limpia, es decir, arrancarlo de raíz, y volverlo a instalar como de primeras. Pero por más que quito de aquí y suprimo de allá carpetitas y cosuchas diversas, el navegador de las narices siempre se abre como siempre, y sigue negándome el acceso a mi lugar.
Habituado al navegador de Mozilla, me veo obligado a prescindir de él y usar Safari, que lo tenía hasta ahora sólo como de adorno. Pero cabezota que soy, no me resigno a no conocer la causa de este desaguisado. Así que desde aquí solicito a quien me pueda ayudar alguna idea para salir de este estado en que me encuentro.
* * * * *
Ayer en la mañana me topé con una vecina por la calle y fue y me soltó: oye, fíjate qué cosas, La Victoria, Rondilla, Pajarillos e incluso Las Delicias han votado masivamente al PP. ¡Cómo es posible que esos barrios obreros y de izquierda de toda la vida hayan hecho semejante cosa!
(Explico que esos nombres corresponden a barriadas de mi ciudad cuya historia, desde mucho antes de la transición, está marcada por la lucha obrera y en ellas se han dado líderes de la izquierda más sonora y contundente. Ni que decir tiene que sus pobladores más que rojos, son bermellones. Tan es así que nuestro alcalde no aparece por allí para hacer sus concejos abiertos ni harto de vino.)
No supe que contestar a mi vecina. Supongo que los analistas políticos, sociales y demás sabrán encontrar una y mil explicaciones posibles a tal cambio de signo en el voto.
En estas sale mi vecino de la izquierda, según se entra se entiende, con el que tengo un tabique de por medio y me dio los buenos días a palo seco. Su cara lo decía todo, no quería ni que le preguntara. Su cabreo era tal que las veces que nos cruzamos durante todo el día sólo fueron a base de hola, hola.
Mi vecina, mi vecino y servidor además de perplejos, estamos con un mosqueo… Claro que en mí esta cualidad del alma me acompaña desde hace ya bastante tiempo. Todo viene desde que la gente dejó de pringarse con las cosas de comer, las del barrio y del común. Alcanzado un cierto grado de placidez, ¿o será la edad?, y hasta de hartura, logrado el asfaltado, el alumbrado, el parque, la subvención para las fiestas, la señalización del tráfico, el taller de pintura y de bolillos, renovar la junta directiva de la asociación de vecinos resulta imposible por falta de candidaturas, y la presi y el resto de la directiva tienen que reengancharse de por vida para no dejar la cosa vacía. Y eso que este año se cumple el 35º aniversario, que ya es decir.
Tal es la cosa del mosqueo que esta noche, soñando, he propuesto a la asamblea que aquí sólo tenga derecho al voto quien también asuma tareas. Lo demás es mantener una institución pasada y obsoleta, la sopa boba, un vulgar remedo de democracia. Democracia real es hablar y actuar, opinar, votar y currar. Sólo era un sueño, menos mal.
Ya en la mañana, acudo de nuevo a las fuentes para consultarlas.
Según el DRAE, mosqueo: Acción de mosquear o mosquearse.
Según el Word.Reference.com: ira, enfado, irritación, cabreo, enojo, atufo, cabreo, suspicacia, recelo, enfado, indignación.
Xactamente; indignación es lo que tengo. Y me siento como se siente este señor, que tiene blog y así se expresa: Ulysshes.
Mejor me callo, y sigo reflexionando, como lo hace, por ejemplo, Rafael Fernando Navarro. O Bernardo Pérez Andreo, también por ejemplo. Y mirar bien esto otro, que sigue, y sigue, y sigue… Marinaleda: un ejemplo de democracia real.
Quizás sea lo único que queda, y esperar a ver por dónde salgo.

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